Cosas que pasan

Ricardo Castillejo / Rcastillejo@grupojoly.com

El adiós a la tribu

EL hombre que olvida su historia, está condenado a repetirla. O la mujer. O el grupo, que de todo hay. En este último apartado podría citar algunos ejemplos que, por razones diversas que, en el fondo, suelen ser la misma, han corrido al final idéntico destino: separarse y, haciendo cada uno su camino en solitario, acabar convertidos en sombras leves de lo que una vez fueron.

El más sangrante caso fue, sin lugar a dudas, el de Mecano. A José María, Nacho y Ana acabó por desbordarles tanta fama e, incapaces de digerir las consecuencias del éxito, decidieron sellar su pasaporte a la nostalgia. Es lo único a lo que, viendo que ninguno terminaba de encajar profesionalmente, pudieron agarrarse para no perderse en la tempestad de las nuevas generaciones.

Al mismo tiempo, aunque con mucho menos impacto, los chicos de Olé Olé se despedían de Vicky Larraz para dar la bienvenida a Marta Sánchez. Con ella creyeron descubrir el tesoro del Dorado que, convencido como estoy que pertenece más al terreno de las leyendas que al de las realidades, se les esfumó cuando la rubia cantante anunció su abandono de la tribu. Las que vinieron después no pasaron de, jugando con la metáfora, hacer el indio.

Ahora toca el turno a los herederos de legiones de admiradores, giras multitudinarias y apabullantes ventas. Los de La Oreja de Van Gogh se han separado y Amaia, su líder, ha sido la primera en alzar la V de la victoria anunciando un trabajo en solitario que pronto se hará efectivo. Dice una amiga que la conoce que la vasca se ha ido dos minutos antes de que la echasen porque, aunque sus encantos no sean pocos, la dificultad de su carácter no lo es menos.

Algo alocada y no demasiado puntual, la intérprete se encuentra de viaje con su novio -que lo tiene, aunque no nos lo haya presentado- en algún lugar del mundo y no tiene intención de regresar por aquí hasta principios de 2008, por lo menos. Amante incondicional de México, éste podría ser uno de los destinos elegidos aunque ahí sí que tengo que reconocer que no tengo ni idea. Pondré atención... a las señales de humo.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios