Editorial

Zapatero y el cuento de la lechera

LO peor que puede hacer un gobernante en los tiempos duros que estamos atravesando es dilapidar su credibilidad con compromisos que sabe que no va a poder llevar a la práctica. Eso es precisamente lo que hizo el jueves el presidente del Gobierno al anunciar enfáticamente en la tribuna del Congreso que en la próxima primavera veremos un repunte del empleo gracias a los planes que ha puesto en marcha el Ejecutivo, principalmente las inversiones en obras públicas a través de los ayuntamientos. Hasta los analistas más pro gubernamentales saben que 2009 se presenta aún más negro que el año que ahora termina y que los programas de medidas puestos en marcha van a ser algo así como intentar vaciar con cubos el mar. Nadie duda de que los programas de inversión tendrán un efecto positivo en muchos municipios. Pero esta reedición del antiguo empleo comunitario va a presentar como principal virtualidad que muchos trabajadores que hayan agotado su derecho a la prestación de desempleo podrán acumular tiempo de trabajo para hacerse acreedores a otro subsidio. Esperar un repunte del empleo es querer engañarse o, mucho más grave, querer engañar a los ciudadanos. José Luis Rodríguez Zapatero parece imbuido de un beatífico optimismo que en nada ayuda a la gobernación del país en estos tiempos complicados. Lo que se necesita ahora son grandes dosis de realismo. Ese realismo es el que debe conducir a que toda la sociedad tome conciencia de la situación y a que se pongan en marcha los mecanismos que permitan hacer frente a la crisis. No es realista, se mire como se mire, aprobar unos Presupuestos hechos sobre un cuadro macroeconómico que el propio Ejecutivo considera ya totalmente desfasado. Y lo que no ayuda ahora es que el presidente intente capear el evidente deterioro que supone para el Gobierno la masiva destrucción de empleo intentando convencer a la opinión pública con los argumentos del cuento de la lechera. Mucho nos tememos que, como en el cuento, las estadísticas de los próximo meses vengan a romper fatalmente el cántaro de Zapatero.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios