Y a usted, ¿le atienden?

Pedro Caballero- Infante / Caballeroinf@ Hotmail.com

Veterinaria

El farmacéutico es el único profesional legitimado para dispensar medicamentos veterinarios y, al igual que con los medicamentos de uso humano, ni debe ni quiere diagnosticar o prescribir sobre patologías de animales al ser conocimientos ajenos a sus estudios.

Otra cosa es que haya muchos farmacéuticos que, por la ubicación de sus farmacias fundamentalmente rurales y su trato diario con veterinarios y ganaderos, sean unos auténticos peritos en este y otros temas.

También la especial multiplicidad de especialidades que la carrera de Farmacia tiene hace que un licenciado pueda, de derecho, ejercer diversas y múltiples facetas como óptica, dermofarmacia, dietética u ortopedia.

A pesar de todo Don José si pone en sus impresos profesionales una especialidad es por que la ejerce de verdad y no de ojana.

Pero hoy, ¡mire usted por donde!, el farmacéutico ha tenido que meterse, o más bien lo han metido, en berenjenales veterinarios.

Valentina es una mujerona que trabaja de limpiadora en el chalet de unos aristócratas. La dueña de la casa lleva ingresada cerca de un mes en una clínica para reponerse de un accidente de tráfico.

Valentina viene preocupadísima y por eso le cuenta a Don José los antecedentes, antes de entrar de lleno en el tema. Su señora es una gran aficionada a los perros y tiene uno que la trae por la calle de la amargura porque su ex marido y ella, al no tener hijos, se disputan, tras su ruptura, la patria potestad del chucho.

-Er bicho…. é una mierdesilla de perro… chequetito…¡un pequeñé!. Pero por de quer marío se lo quiere llevá y ella está ingresá me lo ha dejao a mí en depósito.

-¿Y cuál es el problema?

El problema se ha producido porque el perro, al estar muy mal educado, se hacía sus necesidades en el pisito de la gitana y se comía, a poco que se descuidasen, la escasa comida que traían del supermercado.

-Servidora, sin queré molestá, se lo dijo a la marquesa y ella me comprendió y me dijo que a los perros chequetito se les corregía dándole con un periódico.

-Así es efectivamente. ¿Qué ha pasado entonces?

-Que mi niña é mú bruta.

Valentina le explicó a su hija el sistema didáctico para corregir al perrito pero hoy, cuando ha llegado a su casa, se ha encontrado al chucho con un chichón del tamaño de un huevo

-¿Qué le ha pasado?

-Que mi Salú le ha dao con er periódico.

-¿Y entonces?

-Que dentro der periódico, enrrollao, le ha metío er palo de la fregona, porque dise, la mú bruta, que con er papé ná má, no le jasía daño.

Don José, que está partido de risa, le pregunta a Valentina qué puede hacer él.

-Pó darme argo pá que se le baje er burto porque, tamién é casualidá, que a mi señora le han dao de arta esta mañana y hay que llevarle er perro dentro de un rato y no vea usté.. ¡como la señora lo vea abollao!

Y es aquí donde el boticario recurre una vez más a su tabla salvadora, su cooperativa a la que llama:

-Veterinaria, ¿dígame?

-¿Popi?.... ¡Ya estoy salvado!

Glosario:

Pequeñé: Pekinés

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