Rafalete, la gloria de san agustín

Salinas

A lo mejor me equivoco, pero me da la impresión de que José Miguel Salinas lo puede hacer muy bien como presidente del Córdoba, que es un hombre preparado y de cabeza anda bien, que es una de las personas más listas que he conocido en mi vida. Yo por eso estoy contento, qué quieren que les diga, que cuando me enteré de la noticia me llevé una alegría, y de las grandes.

Yo me acuerdo poco, de casi nada, pero el padre de Salinas nos llevó a Primera, que de eso se acuerda todavía mucha gente aquí en Córdoba, y por eso se le tiene tanto cariño. Y aunque él no lo diga ahora, seguro que ése es su sueño, que yo lo conozco y sé que es un hombre de grandes miras, que no se conforma con poco y siempre quiere más. Y es que si alguno no lo sabe, José Miguel Salinas ha sido uno de los políticos cordobeses que han llegado más alto, que no fue sólo Presidente de la Diputación, que llegó hasta a ser uno de los que mandaban más en la Junta de Andalucía, y hasta le faltó poco para ser alcalde, que anda que no hubo gente que le votó. O sea, un cordobés de toda la vida y de una familia cordobesa por los cuatro costados, que eso siempre es de agradecer, sobre todo porque en esto del fútbol siempre hay un montón de paracaidistas que se apuntan a caer en cualquier lugar sin importarle nada, porque sólo están buscando la pasta, y si es rápidamente mejor. Por eso yo creo que ahora acertamos, y espero que no me tenga que comer mis palabras, que nada me gustaría menos. Tiempo al tiempo, y despacito y con buena letra.

Hombre, lo primero que ha hecho Salinas es fichar a un entrenador que todo el mundo conoce, que por el banquillo de El Arcángel ha pasado cada uno, pues eso, conocido a la hora de comer en su casa y si son pocos. Este año no ha conseguido Alcaraz que el Recre se mantenga, pero ahí ha estado y es un hombre con buena fama y buenas maneras, que lo ha demostrado ya antes en varios equipos. Dicen que es un poquillo defensivo, que cierra mucho atrás a los equipos, pero es que a lo mejor eso es lo que necesita nuestro Córdoba, que le metan pocos goles e intentar sacar el cuello cuando nos asomemos por arriba. Ahora toca hacer unos cuantos fichajes de los buenos, bonitos y baratos, y que son tan difíciles de encontrar en este mundo del fútbol, porque normalmente se cumple ese refrán tan puñetero que habla de lo caro que puede llegar a salir lo que cuesta poco. Vamos a confiar, digo yo, vamos a darle al hombre un margen de confianza, que a lo mejor hasta nos llevamos una sorpresa de las grandes. Yo, por lo menos, estoy ilusionado, y eso que yo soy un cordobés por los cuatro costados. Ya saben ustedes lo que les quiero decir.

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