la esquina

José Aguilar

El PSOE sin salida

EL PSOE andaluz se ha alineado con la Ejecutiva Federal que dirige Rubalcaba en la relevante cuestión de cuándo hay que celebrar elecciones primarias para designar al próximo candidato socialista a la Presidencia del Gobierno.

"Cuando toquen", ha repetido Rubalcaba en respuesta directa a su ex compañera de Gobierno Carme Chacón, que acudió a presentar un acto del alcalde de Zaragoza y aprovechó la ocasión para presentarse ella misma a las primarias y exigir que se hagan cuanto antes.

El "cuando toquen" del actual secretario general, y candidato ya derrotado por Rajoy, tiene fecha más o menos fija: cuando se vislumbren las elecciones generales, en principio después de las municipales de 2015. Y a esta hipótesis, que es ahora mismo doctrina oficial del partido, se ha apuntado el número dos del socialismo andaluz, Mario Jiménez. Dado el control de Rubalcaba sobre la mayoría de las organizaciones territoriales y la propia definición del PSOE más poderoso, que es el andaluz, seguirá siendo doctrina oficial por mucho tiempo.

Pero ¿cuánto tiempo? Eso no lo sabe nadie. El gran inconveniente de este aplazamiento en la elección del cartel electoral es que deja la decisión del momento en manos de... Mariano Rajoy (a su vez, Rajoy está en manos de fuerzas, decisiones y circunstancias que andan fuera de su control, como son todas las que afectan a la situación económica). Si por conveniencia o necesidad Rajoy interrumpe la legislatura y adelanta las elecciones, el Partido Socialista tendrá que improvisar un candidato o candidata.

De este modo, el PSOE habrá perdido incluso la autonomía para marcar sus tiempos y gestionar su crisis, y continuará apareciendo ante la opinión pública como el partido de la herencia de Zapatero que fue laminado en las urnas. En eso basa sus prisas Chacón. Bueno, en eso y en su ambición indisimulada y en la convicción de que el PSOE no puede concederse tanto tiempo cuando la gente acumula tanto dolor y tanto sufrimiento.

No le falta razón a Rubalcaba, sin embargo, cuando sostiene que precisamente porque la gente lo está pasando muy mal no se entendería que el PSOE se dedicara a hablar de sí mismo y a mirarse el ombligo volcando sus energías en la lucha por el poder interno. La verdad es que ni unos ni otros pueden estar seguros del acierto de sus planteamientos. Andan a tientas por un mar de dudas e incertidumbres, acomplejados por la idea, que nunca reconocerán en público, de que hay PP para largo y que si los electores están cabreados con Rajoy ello no significa que vayan a votarles a ellos. Ya les ha pasado en Galicia, País Vasco y Cataluña. Ni con Rubalcaba ni con Chacón tienen sus males remedio. Lo que más necesitan es paciencia.

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