Ortografía del sangrado

Obviamente, con el titular que encabeza esta modesta "opinión" pretendemos aludir al espacio en blanco, llamado "sangrado"

Obviamente, con el titular que encabeza esta modesta "opinión" pretendemos aludir al espacio en blanco, llamado "sangrado" -de variada longitud- que utilizamos en la elaboración de la primera línea de los distintos párrafos que conforman nuestros textos escritos. De la utilización del dicho recurso podríamos predicar un uso tan frecuente y extendido que casi tiene la condición de generalizado. Queda por ver si los dichos "usos" son o no conformes con las reglas de la ortografía

A tenor de la Ortografía de la lengua española (2010), de la RAE, de la ASALE y la particular información que la Autoridad Académica ha tenido a bien facilitar al autor de Las Tendillas, el… "sangrado" cumple una importante función concreta en la comunicación escrita: separar gráficamente unos párrafos de otros y, consecuentemente, "facilitar la identificación de los párrafos y, con ello, favorecer la legibilidad de lo escrito".

Pero, la utilización del "sangrado" tiene sus reglas. El incumplimiento de las mismas no resulta, precisamente, infrecuente. En cuyo caso, podemos incurrir en falta de rigor ortográfico. Algunos ejemplos: Es frecuente topar con escritos (con frecuencia llamados "modelos": sobre todo de naturaleza jurídica) en los que a un párrafo ya separado por el "sangrado" le sigue una línea en blanco, marcando, así, doblemente la separación.

Entiende la Academia que el "sangrado" es incompatible con la línea en blanco. Con la utilización de ambos recursos estilísticos a la vez, incurrimos, inexorablemente, en redundancia, constitutiva, siempre, de uno de los defectos más censurables en que podemos incurrir cuando escribimos. En definitiva: Podemos "sangrar" la primera línea del escrito que iniciamos (F. de T…etc? NO, a nuestro juicio. Porque no le precede párrafo del que separarse.

Igual sucede en los casos en que hacemos uso de expresiones o términos (no párrafos) como DICE:, EXPONE:, SUPLICO/A: el primer párrafo que sigue a dichos términos no tiene "párrafo" precedente del que separarlo. En consecuencia, tenemos que escribirlos sin "sangría". Mas, si el escribidor de turno quiere permitirse el dudoso lujo de incumplir las reglas ortográficas, nada hay que lo impida. Eso sí: a costa de proyectar una imagen que nada bueno dice quien disponga de tan mal gusto.

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