En corto y por derecho

José Juan / Jiménez / Güeto

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EN estos últimos meses, el Cabildo de la Catedral de Córdoba ha sufrido ataques injustificados de un sector mediatizado que se arroga el título de "ciudadanía de Córdoba". Un título que parece ser no abarca a la gran mayoría de ciudadanos que valoran el quehacer del órgano catedralicio, o el numerosísimo grupo de cofrades que demandan una segunda puerta, o los católicos -90% de la población cordobesa- que tampoco entran en ese rango conceptual. En definitiva, una minoría ideologizada que se atribuye el derecho de hablar en nombre de la ciudadanía.

El Cabildo de la Catedral de Córdoba es un colegio de Sacerdotes encargado de las celebraciones litúrgicas en la Catedral, el cuidado pastoral de los fieles, la cultura, como un espacio abierto al visitante que pueda disfrutar con respeto a su identidad de lugar sagrado, a la caridad concretada en las distintas obras sociales en Córdoba y el exterior, así como gestionar y conservar el conjunto de bienes y patrimonio de la Catedral. La razón de esto último es lo que ha llevado a esta institución, con el apoyo y ánimo del obispo, a realizar un estudio serio, asesorado por expertos, con el objeto de seguir en la línea de la mejora continua como viene haciendo durante ocho siglos.

En tanto, otros han estado en este tiempo distrayendo la atención sobre cuestiones que afectan al día a día de la ciudadanía, u otros, pontificando dogmáticamente sobre cuestiones donde ha quedado evidente su falta de rigor; el Cabildo rubrica con acciones su llamada a la responsabilidad y a trabajar por el bien y desarrollo de la ciudad en aquello en lo que puede prestar su colaboración de una forma directa, como puede ser en la promoción turística de la ciudad. Igualmente, fruto de esa buena gestión se realizan numerosas acciones en favor de los más pobres, en el sustento de instituciones comprometidas con las personas en situación de exclusión…, y en el cuidado y conservación del patrimonio de nuestra Diócesis. Y esto no es demagogia, ni es un eslogan o titular, esto es baño de realidad. Porque hemos podido tener conocimiento de los ingresos por turismo y a qué se destinan, publicados con total transparencia y, en cambio, la ciudadanía aún no conocemos los costes o el destino de los ingresos de otros bienes patrimoniales de Córdoba destinados al goce y disfrute de los turistas.

El Cabildo ha dado un nuevo paso con la puesta en marcha de su imagen corporativa adaptándola a los nuevos tiempos, que se comportan de modo diferente en lo que respecta al culto en nuestra Catedral y en los demás ámbitos de alcance, incluida la difusión y promoción turística del Conjunto Monumental. El Cabildo Catedralicio muestra con sus acciones la decidida voluntad y espíritu constructivo de colaborar por el bien de Córdoba. Ejemplo del que deberían tomar nota otros y ponerse manos a la obra.

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