Fuera de cobertura

Elena Medel

La Navidad de Murphy

LA ley de Murphy contradice su imagen, y padece en sus hombros el peso de lo empírico: cifras y fechas confirmando que la tostada se estrella contra el suelo por el lado de la mantequilla, o que la gasolinera más cercana se encuentra a quinientos metros del desvío. Unas reglas que se aplican, también, a las relaciones humanas: quienes solicitan tolerancia ignoran -de paso- la libertad de los demás, rechazando que lo que uno piensa goce de la misma validez que lo que el otro cree.

La Dirección General de Cultura de la Universidad de Córdoba, empeñada en el milagro de vincular a la institución con la vida cultural de la provincia, organizó la semana pasada un "encuentro multidisciplinar contranavideño", bajo el título Pesadilla antes de Navidad, en un guiño a la película de Tim Burton, y apostando por el -buen humor- ya desde su ilustración promocional. Teatro, proyecciones audiovisuales, cuentos navideñosý

Todo a cargo de nuevos creadores, para un público de todas las edades, y en un ambiente que escapaba de la seriedad, convirtiendo el salón de actos de Relaciones Laborales en un recinto para disfrutar. Una iniciativa acorde con la línea de trabajo de la Dirección General: abrirse a los jóvenes, recordar que son ellos -como presente, y como futuro- quienes mantienen la universidad, y apostar por un concepto de cultura viva y ajena a la pasividad.

La propuesta -quizá por la inclusión del adjetivo "contranavideño", más irónico que fiel a su significado real, y el problema surge cuando hay quienes se niegan a comprenderlo- ha escamado a más de uno, que no ha dudado en tirar de correo electrónico y agenda telefónica para aludir a epifanías y sagrados nombres, y consagrando los días previos a la Nochebuena a defender unos valores que -por otra parte- los participantes se limitaron a interpretar, como mucho, de otra forma.

Porque, por supuesto, la reclamación se basaba en los prejuicios, sin dignarse a comprobar in situ que los relatos leídos se acercaban más a la exaltación del tiempo de la bondad y los mantecados que a su crítica. Porque más allá de la ruta de los belenes y los conciertos de villancicos existe una vida que comparte o no ideas, pero que -sobre todo- se basa en el respeto.

Abran su mente, e inviertan sus esfuerzos en lograr un mundo más justo, o unas fiestas en paz.

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