La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Mentiras y macetones

Es mentira que el terrorismo se derrote con solidaridad, libertad y convivencia pacífica en la diversidad

El Parlament ha alabado la respuesta "solidaria y pacífica" de la sociedad catalana y llamado a defender la democracia del "odio" y el "miedo" con el antídoto de la "solidaridad, la libertad y convivencia pacífica en la diversidad". Pues con estas armas y los macetones ya está todo solucionado, el terrorismo yihadista derrotado y la seguridad de los ciudadanos garantizada.

Es mentira que el terrorismo se derrote con solidaridad, libertad y convivencia pacífica en la diversidad. Son valores necesarios para una vida cotidiana no amenazada por terroristas u otros enemigos de la libertad, pero inútiles para derrotarlos. Una cosa es resistir en nuestros valores frente a quienes quieren aniquilarlos y otra considerarlos útiles para frenar sus mortales actuaciones; y mucho menos para derrotarlos. Sin olvidar que para que haya convivencia pacífica en la diversidad es necesario que no se toleren "diversidades" que vulneren los derechos humanos y las normas de convivencia propias de las sociedades democráticas.

También es mentira que el objetivo último del terrorismo sea generar odio y miedo. Ambos son consecuencias de sus acciones. Su objetivo es herir o aniquilar a las sociedades libres asesinando a quienes no viven como ellos y no se someten a su doctrina. Estas acciones, lógicamente, generan odio y miedo porque es tan razonable odiar (en el sentido de aversión o repugnancia violenta hacia una cosa que provoca su rechazo) el asesinato de inocentes y la pretensión de destruir nuestras sociedades y valores como sentir miedo ante asesinos fanáticos dispuestos a morir matando.

Que sea imposible que consigan su objetivo final, porque todos sabemos que no lo conseguirán, no libera de este miedo. A partir de julio de 1943 todo el mundo sabía que Hitler no ganaría la guerra, pero esto no liberaba del miedo a los nazis ni salvó los millones de vidas que se siguieron perdiendo hasta mayo de 1945. También se sabía que ETA nunca lograría sus fines, pero el miedo agarrotó durante muchos años a la sociedad vasca (lean La estrategia del miedo. ETA y la espiral del silencio en el País Vasco). Mentiras y macetones. Apañados estamos.

[Dedicado al juez que en 2015 revocó la orden del expulsión contra el imán que organizó los atentados de Barcelona y Cambrils porque no constituía "una amenaza real" y había demostrado sus "esfuerzos de integración en la sociedad española"].

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