Reloj de sol

Joaquín Pérez Azaústre

Luis Reguera Arenas

LUIS Reguera Arenas es un personaje azaroso, un escritor de vuelo hacia lo íntimo que ha experimentado con la vida para dejar su sello personal. Ahora, este gaditano de Ubrique ha publicado, gracias a la edición primorosa de la Diputación Provincial de Córdoba y al impulso vital, humano y ético de Senada, un hermoso libro titulado Tres horas de relato y medio, donde se entremezclan poesía y prosa con un ritmo vital acelerado, de una contemplación de lo que ocurre desde la verdad interior.

Toda la vida de Luis Reguera Arenas es, en realidad, una obra literaria. Nacido en 1926, ha sido torero y también cantante, ha hecho de la intervención televisiva una profesión y de su palabra radiofónica toda una manera de vivir. Quizá Luis Reguera Arenas no es un escritor, porque la propia acotación le queda escasa, sino un hombre pleno que ha vivido y ha utilizado la palabra, ya fuera en la radio o la tertulia, ya sea en el poema o el relato, como una proyección de su vivencia, de su agitada vida, de una biografía muy intensa que ha alcanzado el raro magisterio de ser aprendiz de todo y maestro lúdico.

Luis Reguera Arenas ha publicado varios libros, es cierto, pero hay que recordar sus intervenciones radiofónicas en momentos exactos de la Historia, como cuando en los sesenta, siendo corresponsal de Radio París y de la BBC de Londres desde su residencia en La Carlota para toda la provincia de Córdoba y para Andalucía occidental, leyó en la radio un poema de homenaje a Pablo Picasso tras su muerte, que fue el primero en llegar desde España a Radio París. La anécdota, en realidad, no es sino trasunto indicativo de una vida marcada por la acción.

Luis Reguera Arenas ha sido un hombre de acción desde le emoción vertida en la palabra, fue el amigo andaluz de Joseph Pla en la lejana Playa de Aro y viajó por toda España en busca de poetas que escuchar. Leyendo este libro suyo, Tres horas de relato y medio, podemos concluir que también Luis Regueras es un poeta serio que escuchar, que leer y pensar, porque hay tanto de reflexión, de musicalidad y de anhelo, de copla dibujada piel adentro en estos poemas largos, ya canciones, ya prosas poéticas alternas, que uno llega a preguntarse hasta qué punto importa la escritura si no hay verdad vital detrás de ella.

La vida de Luis Reguera Arenas, a sus 82 años, es una plenitud de la escritura, pero esa plenitud no existiría sin su verdad vital. Afirma que "en septiembre se abre siempre la alegría", pero también su libro ahonda en el dolor oscuro, el de la pérdida, una melancolía muy real que se vuelve entusiasmo en la escritura. Quizás por eso Luis ha sido para siempre un poeta joven.

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