Ya refugiados en febrero, tras un año de interminables conversaciones en búsqueda de posibles gobiernos, todos los partidos han decidido aprovechar para limpiar la casa. Es como cuando se ha estado trabajando toda la semana y el sábado por la mañana se prepara zafarrancho. El baño, la cocina, los suelos, lavadoras… si llueve mal, porque se tarda en secar la ropa, pero según el presidente nos robarán un poco menos en la luz. Los protagonistas de nuestro arco parlamentario aprovechan para resolver cuitas internas, quiero decir, confrontar ideas y proyectos. No faltará quien mude la piel.

Mientras escribo desconozco el resultado de Vistalegre 2. Nombre paradójico, si tenemos en cuenta los regalitos que unos y otros se han ido dejando en el debate sobre el futuro de la formación morada. Aún así, no descarto la foto del amor. Pablo e Iñigo abrazados, de pronto llega Bescansa y se suma, y los anticapitalistas en los bordes de la foto, aplaudiendo sin que nadie les haga mucho caso, con Lluís Llach sonando a tope. Lágrimas de alegría y un gran coro de "sí se puede". Pero también puede que no, que a partir de hoy tengan que convivir con las cosas que normalmente suceden en los partidos, las contradicciones, las dificultades para los acuerdos y las más o menos legítimas ambiciones de poder. Consolidar un perfil de acción institucional que genere más confianza o dar continuidad al perfil más reivindicativo que les ha llevado hasta aquí. El grado de democracia interna. Una extraña gestión de la búsqueda de equilibrios.

Este fin de semana también se encierra el Partido Popular. Hay que reconocer su discreción. Alguna declaración de Cifuentes sobre expectativas y no se qué, pero por lo demás todo el mundo calladito caminito de Madrid. Eso sí, el primer día Cospedal salva la acumulación de cargos por veinticinco votos. No está mal para un partido que alardea de no tener diferencias. De los tres mil compromisarios votaron 639. Y es que las cartulinas de colores las carga el diablo.

Ciudadanos también "votó". Hago énfasis en las comillas. Un cien por cien, excepto en los populares, queda feo. El titular es que abandonan la socialdemocracia para declararse liberales. Porque eran socialdemócratas de toda la vida. Calabaza, yo te llevo en mi corazón.

Y el Partido Socialista ya tiene calendario. Ya conocemos dos precandidatos y todo el país mira al sur esperando el paso adelante de Susana Díaz. Quedan meses por delante y mi partido ha demostrado sobradamente su capacidad para dar espectáculo. Los mejores. Sería buena una gestión inteligente del proceso. No profundizar en las heridas. España no espera.

http://youtu.be/dvGyle-z5w4

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios