Jueza cuestionada (y ii)

Si "las paciencias revisten extraordinaria importancia", sobran razones para que la magistrada Núñez Bolaños sea "cuestionada"

Fue precisamente este espacio el utilizado por el autor de Las Tendillas para referirse a las críticas que suscita la jueza Núñez Bolaños desde su nombramiento formal como sustituta de la jueza Alaya, que venía instruyendo los procedimientos de las ayudas irregulares concedidas por la Junta de Andalucía en los ERE. En efecto, muy en tela de juicio han sido puestas algunas resoluciones de la dicha magistrada. Pero, sobre todo, resulta especialmente preocupante las dudas que suscita la magistrada sobre su imparcialidad en la instrucción de los asuntos a los que no hemos referido.

Resta por ver si es o no justificada la… "preocupación" referida. Ello supuesto, debe ser… "visto" y analizada esta cuestión porque si, en efecto, concurren circunstancias con simples atisbos de parcialidad, obviamente la dicha juez tendría que ser apartada de todo lo que tuviera que ver con la instrucción de los dichos procedimientos. Ciertamente, para efectuarlo con un mínimo de seriedad y garantías, el análisis al que aludo requiere de una experiencia y unos conocimientos técnico-jurídicos de los que, sin duda, carece el autor de esta publicación. Pero esta… "carencia" no nos impide el análisis: Recurrimos a nuestros archivos sobre el asunto y encontramos, en efecto, las "reflexionas" que, a propósito de mis preguntas, nos deparaba en cierta ocasión un conocido jurista, otrora magistrado con un brillante curriculum que ha sufrido los zarpazos de la injusticia y hoy abogado de reconocido prestigio: Me refiero a don Javier Gómez de Liaño y Botella. Respecto de la imparcialidad nos facilitaba, entre otras reflexionas, la siguiente: "Mire usted, don Ramiro, hace muchos años, siendo estudiante de derecho, me llamó la atención una frase de a Balzac que decía que desconfiar de la justicia era un principio de higiene social.

Hoy, desde el punto de vista técnico, me quedo con la inequívoca doctrina del Tribunal Europeo de Derechos Humanos cuando afirma que la imparcialidad judicial consiste en una ausencia de prejuicios o parcialidades tal, que excluya cualquier duda razonable al respecto y donde las apariencias revisten extraordinaria importancia". Si "las apariencias revisten extraordinaria importancia", sobran razones para que la magistrada Núñez Bolaños -de la que se predica intima amistad con el Consejero de Justicia de la Junta de Andalucía- sea, como mínimo, "cuestionada".

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