Crónicas Levantiscas

Juan Manuel Marqués Perales

jmmarques@diariodecadiz.com

Huele a adelanto

Un Gobierno que eleva el gasto y baja impuestos en tiempos de déficit se coloca en modo elecciones

Las cuentas no me terminan de salir, y al ministro Montoro creo que tampoco. Sumemos: una subida salarial de entre el 6,1% y el 8,8% para los funcionarios en tres años; incremento a policías nacionales y guardias civiles de entre 561 euros a 720 euros al mes, y rebaja del IRPF, en principio anunciada para las pensiones medias (las bajas no tributan), pero que será extensible a todos los ciudadanos que se encuentren en el tramo mínimo. Estos son los tres anuncios que el Gobierno central ha hecho en las tres últimas semanas. Si consideramos que España aún se encuentra sometida al expediente de déficit excesivo, ¿qué hace el Gobierno bajando impuestos y elevando el gasto?

Los estrategas del PP han debido sacar del cajón el libro de las emergencias generales, el que sólo se debe consultar en caso de grave riesgo electoral. Hay que dar un poco de alegría al contribuyente, llevar al Congreso el Presupuesto de 2018, colocar a Ciudadanos y al PNV ante la decisión final y obligar al PSOE a retratarse. Y si no se consigue aprobar el Presupuesto, nos vamos a unas elecciones generales adelantadas, sin que previamente se descarte que algunas de estas medidas puedan aprobarse por decreto. Aunque Mariano Rajoy maneje los tiempos políticos al ritmo de los procesos geológicos, este Gobierno no llegará a 2019 sin aprobar las cuentas de este año, no se puede; el país necesita una mayoría para abordar lo urgente, que es Cataluña y el sistema de pensiones. Sí, es lo urgente, lo esencial, por que todo lo demás va funcionando con cierta normalidad. La economía crecerá un 2,8% este año, y un 2,3% en 2019, y se están creando medio millón de empleos cada ejercicio. Lo que hay es un problema de ingresos debido a nuestra debilidad fiscal, tanto en el sistema de pensiones como en el resto de los presupuestos públicos. Y, claro, esto no se arregla con más rebajas.

Esta contradicción es la que anuncia que Rajoy ha decidido ir a por todas. Las alegrías anuncian que si no hay Presupuesto, adelantará las elecciones a otoño y, si lo hubiese, porque el PNV y Ciudadanos quisieran, comenzaríamos a nadar en un clima de abundancia propicio para aguantar felizmente hasta 2020. ¿Y después? Pues después, un poco como lo de ZP: marronazo para el que venga, aunque sean naranjas.

La estrategia es de libro. Cualquier Gobierno en apuros actuaría como comienza a actuar éste. ¿Y las pensiones? Pues algo habrá, sobre todo después de lo que se otea para el próximo sábado.

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