La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Golpes: del 23-F al 1-O

Gobierno, PSOE y Ciudadanos unidos ante la crisis de ingobernabilidad creada en Cataluña

Los ciudadanos españoles residentes en Cataluña (que son la totalidad de quienes allí viven, sean o no catalanes, hayan nacido donde hayan nacido y hablen la lengua que hablen) tienen razones para haberse sentido desprotegidos por los sucesivos gobiernos de la nación, este y los anteriores, del PP o del PSOE. Hace años que se conocen las tropelías cometidas por la Generalitat, desde la utilización de las competencias educativas (que nunca debieron cederse a las autonomías) para el adoctrinamiento y la intoxicación de varias generaciones hasta las disposiciones abusivas y arbitrarias que afectan a la vida cotidiana. Y no ha pasado nada. Ni tan siquiera pasó cuando el famoso 3% fue denunciado por Maragall en el Parlamento catalán el 24 de febrero de 2005… ¡Hace 12 años! ¿Recuerdan por qué se tapó entonces el asunto? Porque Mas amenazó con romper las negociaciones del Estatut. El patrioterismo catalán como coartada, chantaje, encubrimiento de corruptos.

Las cosas solo han cambiado a peor. Anteayer y ayer se dieron pasos adelante en este anunciado golpe de estado que ya no tiene vuelta atrás que no sea traumática. Desde el miércoles Cataluña ha entrado en el caos porque, como ha escrito Xavier Vidal-Folch, "cuando los gobernantes desobedecen al ordenamiento por el cual fueron elegidos -y que deben defender-, desatan, en cascada, la ingobernabilidad". Una comunidad autónoma con siete millones y medio de habitantes está en una situación de ingobernabilidad arrastrada por una Generalitat y un Parlament golpistas que vulneran, no solo el Estado de derecho y el sistema democrático, sino el Estatut y los procedimientos parlamentarios catalanes. ¿Qué autoridad tiene quien no respeta la legalidad y la democracia?

Ante una autoridad autonómica deslegitimada -se anunciaron ayer las querellas criminales contra la Mesa del Parlament, Puigdemont y los miembros del Gobierno catalán- Rajoy debe ajustar su sentido de la proporcionalidad, porque no la hay entre lo que sucede en Cataluña y la respuesta dada hasta ahora, y el PSOE debe dejarse de cuchufletas de nación de naciones, asumir sus responsabilidades y cerrar filas con el Gobierno y Ciudadanos. Las reuniones entre Rajoy, Sánchez y Rivera dan esperanzas. Iglesias y Podemos se han retratado como lo que son. Lo bueno de las crisis es que dan la medida de los políticos en los que se puede o no confiar.

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