Crónicas Levantiscas

Juan Manuel Marqués Perales

jmmarques@diariodecadiz.com

El 'Catexit' real

Los catalanes sí saben ahora cuál es el coste real de la independencia, por eso ERC ya habla de otros objetivos

Los catalanes saben cuál es el coste de una independencia unilateral del Principado, cuentan con una información que no tuvieron los británicos cuando votaron a favor del Brexit. Si los ingleses volvieran a votar hoy, harían como los galeses y los escoceses, optarían por seguir dentro de la unión. En Cataluña sí saben, perfectamente, cuál es el coste: al menos, una generación hipotecada en la pobreza y una sociedad dividida y enfrentada que podría llevar a otros conflictos internos. Si la independencia no era mayoritaria en Cataluña antes de septiembre, ahora lo es menos, no hay masa social, lo saben los soberanistas. Por eso, Esquerra va a tratar de plantear estas elecciones ya no como un plebiscito sobre la independencia, sino por la libertad de los presos y el referéndum. Esto ha comenzado a virar, aunque quienes perpetraron la jornada de sabotajes del miércoles, los comités de defensa de la república, aún no se han enterado.

Carles Puigdemont sí lo sabe, pero aún cree que, desde Bruselas, puede hacer maniobrar a un estado mayor que ya no existe como tal.

Éste -el cambio en la estrategia de ERC- es el motivo de base por la que no hay una lista conjunta de los independentistas del 21 de diciembre. ERC no necesita al PDeCAT, o mejor explicado: requiere a otros partidos no independentistas que sí le apoyarían en lo que ahora es el primer punto de su agenda: el referéndum.

Si el Parlamento catalán siguiese dividido en la próxima legislatura según el criterio de la independencia, los soberanistas no serían mayoritarios en las urnas y puede que tampoco en escaños. Disolver el bloque de Junts pel Sí es un modo de desvisualizar esta minoría para pasar a una mayoría por el referéndum, al estilo de los independentistas escoceses del SNP. Con otros tiempos, otros diagramas, pero con la misma determinación, que no se olvide.

Para lograr esa mayoría, ERC cuenta con los comunes de Pablo Iglesias y de Ada Colau, que sí apoyan un referéndum de independencia pactado por el Estado. Éste es el magma que se viene fraguando en Cataluña desde el mes de septiembre, antes incluso del referéndum del primero de octubre. El Gobierno de los constitucionalistas es imposible en Cataluña porque, aunque los cuatro partidos tuviesen una mayoría, los comunes nunca votarían en el mismo sentido que PP y Ciudadanos. Así que ERC, en una nueva vuelta del bucle, dirigirá su frente a favor del Catexit hacia un bloque más amplio en contra del Gobierno.

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