Las tendillas

Ramiro García Vila

La Cata y la derecha

EL título carece de originalidad. Con idéntico encabezamiento tuve la ocasión de elaborar otro artículo, hace ya unos tres años, para la revista Aires de Córdoba. En aquella ocasión formulé un breve comentario sobre la Cata. Con mi modesta colaboración, sólo pretendía apoyar la celebración de un acontecimiento cultural: el décimo aniversario de aquella publicación, que se ha ganado el interés de los lectores y contribuyó, y contribuye decisivamente, a la difusión de la cultura en unos tiempos en los que abundan los fenómenos de contracultura.

En la semana en curso, la ciudad -nuestra ciudad- registra la celebración de otro aniversario singular: las bodas de plata de la Cata del Vino de Montilla-Moriles. Los odres y barricas que contienen los "Vinos" siguen siendo el centro de atención de residentes y foráneos. No paran de recibir visitas. Miles y miles de visitantes. Hay quien refiere que, en total, van a pasar por el lugar unas setenta mil personas. A mi juicio, la celebración no ha experimentado cambios sustanciales. En nada ha cambiado la popular fiesta desde la publicación del artículo al que me referí, y que suscribo hoy íntegramente en un breve resumen de lo que publiqué en aquella ocasión:

"Todo un éxito de los organizadores, sin duda. Al menos, de público, de organización, de brillantez y colorío, de folclore... El mes de mayo de Córdoba es único. Un auténtico fenómeno cultural. Una tentación para disfrutar de los amigos, de los espacios, de la naturaleza, de la música: de todo. O sea: de la vida.

Sin duda, el concurso de estas circunstancias es lo que nos ha permitido -y nos permite- ver unas fotos la mar de curiosas. Fueron elaboradas a propósito de la inauguración del evento, la Cata, y publicadas en los medios de comunicación. En ellas podemos ver, departiendo amigablemente, las primeras autoridades de la administración municipal, autonómica, y central. Y también representantes de partidos políticos de distinto signo.

Con independencia de la rentabilidad comercial que el evento pueda suponer para quienes lo organizaron, la "rentabilidad" política parece también asegurada: que un grupo de políticos de distinta ideología olvide sus credos y se reúna sin escaramuzas en torno a una barrica, constituye un acontecimiento poco común y digno de toda loa.

-Y, ¿cómo sabemos que los señores y señoras aludidos y aludidas, habían aparcado sus "credos" políticos ante el morapio?

-Por simple deducción: todos utilizan la derecha para brindar y catar.

La conclusión parece obvia: la llamada "mano izquierda" resulta de gran utilidad para resolver situaciones complejas. A veces es muy necesaria. Pero para algo tan simple como es catar y brindar, no hay nada como la derecha. Las fotos cantan.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios