HORA de ponerse las pilas. Llegó el momento de dejarse de tonterías y de comenzar a tomarselo en serio. Rafael Blanco ha vuelto de Bruselas con unas noticias que obligan a salir del letargo de una vez por todas. No hay que alarmarse ni perder la cabeza, pero sí que es tiempo de trabajar duro y arremangarse. El anuncio de que Europa adelanta dos años la designación de la ciudad española candidata a ser Capital Cultural en 2016, obliga ya a reclamar seriedad a los poderes públicos que están llamados a liderar el proyecto. Que esto no puede ser sólo la ilusión de unos cuantos, las páginas de un periódico y las llamadas de atención permanentes de CECO. Es hora de pensar a lo grande, de mirar hacia los lados y de dar con las personas adecuadas para llevar adelante un proyecto serio y relevante. Hay que pedir a los patronos de la Fundación -Ayuntamiento, Diputación, Universidad y Junta- que dejen de pelearse por ver quién manda más y se preocupen por el bien de los cordobeses. Esperemos que el anuncio de que para 2010 hay que tener todos los papeles en regla sirva de detonante para ello.

Aquí es donde hay que alabar la decisión del concejal de Cultura de poner sobre la mesa este debate, porque iba siendo hora de que alguien menease un poco las adormiladas conciencias capitalinas. No sé qué moverá a Blanco a tomar las riendas de la Capitalidad, aunque la Oficina que la dirige esté fuera de sus competencias, pero sí tengo claro que de no haberlo hecho la reunión de los patronos de primeros de enero se habría ido demorando hasta sabe Dios cuándo. Tal y como ha pasado desde hace un año y medio. Puede ser que el edil socialista se adelante en la pelea para colocar a los suyos en puestos determinantes, pero está legitimado para hacerlo a la vista de lo ocurrido hasta ahora. Y es que la candidatura que ha sonado con más fuerza para presidir la Fundación, la del ex rector Eugenio Domínguez, parece dormir el sueño de los justos por aquello de las cuitas que el botánico volador provocó en algunos despachos del Gobierno andaluz en sus últimos tiempos al mando de la UCO. Yo no entro a valorar sus méritos, pero reclamo que si hay alguna otra candidatura -y me consta que algún nombre del socialismo más emprendedor se ha puesto sobre la mesa- salga ya de las catacumbas y presente sus credenciales. Hay quien dice también que Blanco ha puesto sus ojos en un gerente de empresa municipal que siempre ha estado a su lado y que podría abandonar en breve el florido mundo en el que habita para meterse de lleno en el área de Cultura. Dicen que en Orive ya se trabaja sobre proyectos concretos para impulsar la candidatura y que en las filas de IU esto ha sentado a cuerno quemado. En fin, rumores. A ver si alguno es verdad y de una puñetera vez se pone en marcha la cosa, que a este paso nuestra Capitalidad Cultural tendrá lugar cuando Sevilla organice sus famosas olimpiadas.