Baipás y olvido

El problema no es el baipás sino el desprecio que sufrimos por parte de la España veloz

Andan nuestros políticos preocupados por el baipás o nódulo de conexión que el Gobierno quiere construir en Almodóvar, hasta el punto de que le han dedicado plenos a esta inversión estatal tanto en el Ayuntamiento como en la Diputación. La mayoría de la municipalidad defiende así que no se haga el proyecto, simple y claro, mientras que la mayoría de los miembros de la administración provincial optan por una vía intermedia: que se haga pero sin que la capital sufra una reducción de las paradas que el tren realiza. O sea, que al final, y pese al matiz, la posición es más o menos la misma, pues la preocupación de fondo es que el nuevo nódulo, que reducirá el tiempo de conexión entre Sevilla y Málaga, suponga una limitación del papel estratégico que Córdoba tiene en la Alta Velocidad desde 1992. Manifestaciones muy inútiles en cualquier caso, claro; inútiles pues en un asunto que se piensa como estratégico para España muy poco en cuenta se tendrá a un Ayuntamiento y a una Diputación que hace años que se les escucha bien poco dentro y casi nada que fuera. Destaca aún así la inocencia de algunos, que cae tan hondo que en ciertos casos roza lo pueblerino. ¿Por qué cómo puede Córdoba querer oponerse a que las dos principales ciudades andaluzas recorten su tiempo de conexión por vía férrea? ¿Es lógico o es que estamos tan alelados como para no darnos cuenta de que el AVE cayó en Córdoba por casualidad geográfica y no porque el Estado tuviese un mayor interés? Demasiado grandecitos estamos, demasiado crecidos, como para caernos del guindo, y proyectos de este tipo, deberían servir al menos para que nuestros representantes salgan de la inocencia y se percaten del papel esquinado que nuestra provincia juega en el conjunto español. La unidad no se necesita por ello tanto para un baipás que es imparable, sino que es precisa para decirle al Gobierno central que Córdoba no puede quedarse eternamente en ese furgón de cola interior y rural. Jugar partidas de julepe mientras deberíamos jugar a cosas serias no es sino un desgaste inútil, muestra desorientación. El problema, en fin, no es el baipás sino que lo es el absoluto olvido y desprecio que sufrimos Córdoba por parte de la España urbana, modernizada y veloz.

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