Hoja de ruta

Ignacio Martínez

Aniversario tranquilo

LA Constitución del 6 de diciembre de 1978 cumple el sábado 30 años en medio de la mayor crisis económica que ha conocido este país en ese tercio de siglo, mal contado. Una crisis mundial que va a empobrecer a los ciudadanos y a los países. Pero no todo van a ser efectos perniciosos. En el universo español, el discurso nacionalista se ha atemperado en los últimos meses hasta grados sorprendentes. Carod Rovira -ya saben, "Josep Lluís aquí y en la China popular"- acaba de lanzar un mensaje a sus huestes proponiendo refundar Esquerra bajo otras bases. Y una de las premisas es que no sea antiespañola. Quiere un partido serio, abierto, moderado, tolerante, flexible, dialogante, que transmita estabilidad.

¡Quién lo ha visto y quién lo ve! Son tiempos de refundación. Del capitalismo, de los estados libres asociados o del catalanismo. Hasta Otegi reconocía ayer en Gara que el movimiento abertzale está gripado. Carod consiguió hace cinco años partir el voto nacionalista catalán con su propuesta independentista. ERC había tenido entre 11 y 13 diputados en las elecciones autonómicas de 92, 95 y 99. Pero bajo el liderazgo de este hijo de aragonés pasó a 23 diputados en 2003.

En estos cinco años, ha jugado la carta del radicalismo, con desigual resultado y ha levantado muchas ampollas en la opinión pública española. Ahora la crisis le invita a la prudencia. Igual que la coyuntura ha aconsejado al PNV a olvidarse del proyecto del lehendakari de un Estado libre asociado y de su referéndum ilegal sobre el derecho a decidir. Su preocupación primera es un resultado airoso en las autonómicas de la próxima primavera. Pero, una cosa no quita la otra: le han metido una tajada al cupo, aprovechando que el Gobierno de la nación necesitaba unos votos para sacar adelante los presupuestos del año que viene.

El cupo es la liquidación que las haciendas forales vascas hacen a las arcas del Estado después de recaudar los impuestos en Euskadi y quedarse con la mayor parte. Estaba en 1.200 millones de euros al año, pero en la anterior legislatura se negoció que subiría paulatinamente hasta 1.500 millones. No va a poder ser. Para el año próximo eran 1.350 millones y le han hecho un recorte de 86,8 millones de euros, con una partida de investigación y su dotación presupuestaria. Se da la circunstancia curiosa de que esa rebaja es para siempre y los votos a los presupuestos eran sólo para esta vez. Total, una rebajilla del 6,42% en la contribución vasca.

Ya no se oye en Cataluña pegar tirones a propósito de la financiación autonómica, ni siquiera en Andalucía hay mucho énfasis en la deuda histórica. Ahora lo que suena fuerte por las calles es que no cierren Torras, que no cierren Nissan... La crisis brinda a la Constitución un cumpleaños tranquilo.

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