Yo no quiero ser mal pensado, pero a veces en el fútbol pasan unas cosas muy raras que a mí me dejan la mar de extrañado, porque no puedo entenderlas por mucho que me lo expliquen. Como lo del Córdoba en los dos últimos partidos, que de estar perdiendo hasta con los vecinos del quinto, hemos pasado a ganar todos los partidos, y hasta los más difíciles, que ganarle a un Primera, aunque sea en la Copa, que es el torneo de las sorpresas, no es moco de pavo.

En el fútbol siempre ha habido muchas leyendas de las cosas que pueden llegar a hacer los jugadores cuando se llevan mal con sus entrenadores o con sus presidentes, que de eso siempre se ha hablado mucho y se han contado mil cosas, que algunas serán verdad y otras serán las que se inventan para vender periódicos, que si se hubiera cumplido todo lo que hemos leído, el Madrid y el Barcelona tendrían cada uno doscientos jugadores en sus equipos, y hasta puede que más, porque según algunos periódicos habrían fichado hasta marcianos, lo que yo les diga. Y lo mismo puede que pase con eso que están contando de que pagan a Hacienda muy poco y en unos países muy raros, que cualquiera sabe. Y es que en el mundo del fútbol se mueve mucho dinero y todos sabemos de lo que son capaces algunos por tenerlo, o por tener más de lo mucho que tienen. Pues eso, son capaces de todo y de algo más, lo que yo les diga, que de todo hemos sabido ya. Yo no sé qué hago yo hablando de esto, que me gusta menos que nada, que a mí lo que me gusta es el fútbol y no estas cosas raras que ni sé ni entiendo.

Lo que se está poniendo tela de complicado es lo de adornar el Belén, que como no tengas a un conocido o familiar que tenga un campillo, se te queda más seco que el desierto de Almería, donde grababan las películas del Oeste. Hombre, y yo lo comprendo, que cuando yo era un nene recuerdo que se hacían muchas burradas, pero tela marinera, pero es que hemos pasado a justamente lo contrario, que no hay manera de encontrar ni un cachito de musgo, con lo bonito que quedaba. A lo mejor soy yo el que se tiene que dar cuenta de que ya hay cosas que no pueden ser, porque si las hiciera todo el mundo sería un destrozo y de los grandes. Vamos, como lo de los futbolistas, que si dijéramos todos de no pagar a Hacienda ya ves tú la que se liaba, que teníamos que cerrar todos los hospitales y los colegios. Por suerte, cada uno es cada uno, como se suele decir. En fin, que ya tenemos las fiestas encima y hay que disfrutarlas.