Análisis

Mª Isabel Ambrosio Palos

Alcaldesa del Ayuntamiento de Córdoba

Ni un paso atrás

Es necesario que estemos vigilantes para que la igualdad sea una realidad completa

Como hace ya 107 años, hoy conmemoramos el Día Internacional de la Mujer y lo hacemos porque lamentablemente sigue siendo necesario. A pesar de los avances, que los ha habido, en materia de concienciación social y de la asunción de que la igualdad es una premisa imprescindible para una sociedadmoderna, lo cierto es que nos siguen llegando señales preocupantes, que nos alertan de que sigue siendo absolutamente necesario que estemos vigilantes para que esa igualdad, por la que tantas mujeres y hombres, luchan y han luchado, sea por fin una realidad completa.

Para conseguir que este 8 de marzo se convierta, en un tiempo no muy lejano, en una fecha de fiesta y no de reivindicación, es imprescindible conseguir esa igualdad real que tanto se pregona, pero que tan lejana está aún en muchos aspectos.

Este año las mujeres hemos decidido dar un paso más y hacer palpable que el mundo se para, si nosotras paramos. De ahí la convocatoria de paro y huelga feminista que tantas ampollas parece haber levantado entre quienes solo contemplan la Igualdad, desde un paternalismo que viene a perpetuar una desigualdadmaquillada.

Son ya tantos años, que sonroja pensar que aún haya resistencias, pero las hay, y se visten de mil maneras: en forma de condescendencia, micromachismos …Cualquier excusa resulta útil para salva-guardar unos privilegios que se niegan a compartir, tratando de suavizar lo que es sin lugar a dudas una situación de enorme injusticia que sería impensable si sus víctimas fueran los hombres, en lugar delas mujeres.

Que nadie se equivoque, podemos estar agotadas de tanta incomprensión, de tanta injusticia, pero en absoluto estamos cansadas de luchar por lo que es justo, y no vamos a parar, no vamos a dar ni unpaso atrás, y por supuesto vamos a seguir caminando, porque son muchos los pasos hacia adelante que nos quedan por dar.

Y aún hay quien se atreve a tachar el feminismo como el feudo de unas pocas, a las que descalifican como mujeres, a las que reducen a colectivo; el colectivo de unas cuantas iluminadas que no han encontrado su lugar en el mundo. No somos unas pocas y no somos infelices, sino todo lo contrario, aspiramos a tales cotas de felicidad que no nos conformamos con ser secundarias en ninguna película.

Por eso el cine grita, pidiendo justicia por todas esas mujeres que han sido vejadas, abusadas, humilladas para conseguir el sueño de un papel…Y con el cine, y gracias al resplandor que desprende esta industria, el mundo se ha pintado de negro, para que no haya más abusos en ese sector, ni en ningún otro.

La marea se ha extendido y se ha hecho tsunami. Ha llegado a todos los rincones, inyectando más y más energía a esa batalla que las mujeres de este país, y en Córdoba lo sabemos muy bien, llevamos librando desde hace ya muchos años. Pero el feminismo no es una moda. La lucha por la igualdad no es una moda.

No es una reivindicación nacida en el Hollywood de los abusos, por más notoriedad que esto pueda tener. El feminismo ha venido y está para quedarse. Nos lo debemos a nosotras mismas y a las que nos precedieron. Nos lo debemos a nosotras mismas y a las que vendrán, porque las jóvenes mujeres, esas niñas que ahora empiezan a vislumbrar lo que será su mundo adulto, esperan mucho de nosotras, porque confían en nuestra capacidad para equilibrar su futuro.

La ONU nos propone que celebremos este 8 de marzo, bajo el lema “Ahora es el momento: las activistas rurales y urbanas transforman la vida de las mujeres”. Movimientos como los que acabo de mencionar están demostrando en nuestro país y en todo el mundo, hasta que punto es cierto, que ahora es el momento.

Desde las instituciones, y en mi caso como alcaldesa de esta ciudad, seguiremos trabajando, reclamando financiación y fondos para acometer el Pacto de Estado, que sin dotación económica es papelmojado, los planes y los programas que nos permitan pasar de lo formal a lo real.Son tan de justicia elemental todas esas reivindicaciones que parecería innecesario tener que plantearlas como tales, sin embargo, la realidad nos demuestra que aunque hemos avanzado mucho, aún estamos lejos de llegar a la meta.

Sin la participación plena de las mujeres en todos los órdenes de la vida en proporción equilibrada con los varones no alcanzaremos un verdadero desarrollo de la democracia.La política encaminada a la igualdad de oportunidades, que es la verdadera igualdad, necesita urgentemente una feminización de la misma, que consiste en girar la agenda de la política a los problemas reales y cotidianos de las personas.

Y no quiero olvidar la consecuencia más grave de la desigualdad. El Estado de derecho y democrático tiene su principal problema de seguridad en los asesinatos machistas y en la violencia de todo tipo ejercida sobre las mujeres. No es un anexo de la política democrática, es su carril central, por lo que es imprescindible que el pacto de Estado firmado, aborde el problema con todos los recursos a nuestro alcance, cosa que no se está produciendo.

Agradecer por último públicamente a todas las mujeres y hombres que nos han precedido y que hoy luchan día a día y a aquellas y aquellos que se incorporan con la ilusión de construir juntos un mundo mejor,más justo e igualitario.

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