Análisis

Alberto de los Ríos

Concejal de Ganemos Córdoba en el Ayuntamiento

Cuatro millones de razones para pensar la deuda

En un Pleno de aguas agitadas, desde el grupo Ganemos Córdoba presentamos una moción que venía a desarrollar el acuerdo de presupuestos de este año 2016. La renegociación de los préstamos que el Ayuntamiento de Córdoba tenía en vigor. Analizamos con ayuda técnica y con la información que siempre fue ágilmente transmitida desde Tesorería cada uno de los préstamos y sus condiciones. El resultado fue un informe que presentamos a prensa y que fundamentó nuestra moción al Pleno. La presentamos gráficamente con un semáforo de mayor a menor interés. La recepción informativa fue un tanto sorprendente. Desde el Partido Popular se tildó la idea de infantil y desde otros sectores con una cierta indiferencia como si de una idea genial impracticable se tratara.

Una vez llevada a Pleno, la idea de la moción avanzó, con la incorporación de matices prácticos del gobierno municipal. En el debate, se abrió paso la idea con claridad de que se trataba de algo irremediablemente sensato, similar a un particular que trata de mejorar sus condiciones cuando éstas han cambiado. La propia legislación estatal también propone nuevas condiciones, las de prudencia financiera. El marco, tras los abusos de la crisis y la burbuja de deuda abusiva e incontrolada, ha cambiado. La moción se aprobó por unanimidad. Lógicamente, como el buen sentido común indicaba.

Y es que los ciclos empiezan y terminan. Y suelen volver si no se paran las dinámicas que los mueven. La etapa del endeudamiento público y privado en nuestro país y en nuestra ciudad estaba asociada al boom inmobiliario, al pelotazo, el crédito ilimitado y otras hierbas en un sueño de crecimiento sin fin en el horizonte: un modelo finiquitado.

En este contexto, las administraciones locales, aunque en menor medida que la estatal o la autonómica, se lanzaron a un endeudamiento alocado, del que las entidades financieras se aprovecharon para engordar sus balances en una carrera de crecimiento ilimitado. La creencia en este crecimiento infinito que tantos desastres nos ha traído y aún nos trae. Aunque de forma tímida, es un primer paso de una impugnación de un modelo económico quebrado y que arrasó las vidas de mucha gente indefensa en estos años. Una impugnación porque reconoce de manera implícita que aquello, sí, era un abuso. Un abuso ilegítimo.

Cuando en recientes fechas, desde la Tesorería se nos hace saber que ya se preveía un ahorro en el periodo de vigencia de los préstamos municipales de tipo variable de casi cuatro millones de euros (3.965.520,19), la alegría de los hechos se añadió a la satisfacción de un trabajo previo de Pleno. Se había impuesto una idea evidente orientada al interés general y al bien común y era un éxito colectivo, de todos los grupos que habían entendido que era necesario apoyar este proceso y darle alas.

Pero éste sólo es el primer paso para cerrar una época nefasta y dañina. Es el primer paso de una Auditoría Ciudadana de aquella deuda que de forma inmoral y dolorosa nos hicieron contraer a todos y que no ha comenzado apenas, y a la que dedicaremos nuestro esfuerzo para saber quiénes, por qué, para qué y qué consecuencias tuvieron aquellas deudas y gastos fastuosos de un periodo prescindible.

Y un paso, además, en otra forma de hacer política, fundamentada, fuertemente crítica pero sensata que es capaz de abrirse paso por la fuerza del sentido común orientado al bien común y que es capaz de construir, sí construir, consensos de progreso. La podemos hacer desde muchos ángulos y posiciones. Es cuestión de ponerse manos a la obra.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios