Después del importantísimo triunfo del pasado sábado en el Carlos Tartiere ante el Oviedo, que sirvió para espantar los miedos por caer a zona peligrosa, llega la Copa. Ese torneo en el que casi nunca el Córdoba pasa más allá de las primeras rondas pero que en la historia más reciente le llegó a escribir páginas gloriosas que todavía perduran en las retinas de los más jóvenes y no tan jóvenes, especialmente en la no muy lejana eliminatoria con el FC Barcelona. Esta temporada para que la historia pudiese repetirse, es decir, medirse nuevamente a uno de los grandes si los blanquiverdes son capaces esta noche de eliminar al Málaga. La eliminatoria parece estar encarrilada y el 2-0 de la ida parece una renta lo suficientemente holgada como para, por lo menos, ir a La Rosaleda con relativa tranquilidad, que no con exceso de confianza. El equipo que ahora entrena Carrión parece que puede remontar en Liga y de pasar de ronda en el torneo copero sumaría ya cuatro victorias de cinco posibles. No estaría nada mal para el nuevo técnico. El partido de esta noche no será fácil. Los malaguistas querrán recuperar el crédito perdido ante su público tras la goleada encajada en el Pizjuán este fin de semana ante el Sevilla (4-1). El gol de casa, de llegar, que llegue lo más tarde posible. Porque aguantar la presión de La Rosaleda no es nada fácil, y más con el ambiente que se espera en el coliseo de Martiricos. Un dato tranquilizador; pitará Daniel Ocón Arráiz, con el que el Córdoba siempre ganó en las dos últimas temporadas (Córdoba 2-1 Girona; Córdoba 3-1 Elche; y Lugo 1-2 Córdoba). Es un dato nada más. Además, finalizar el año con una Copa de más no estaría nada mal. Tras la resaca y el parón navideño, llegará de nuevo la competición liguera. El Rayo Vallecano visitará El Arcángel. Otra prueba para la remontada blanquiverde.

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