Cuando llega la nieve se repiten muchos refranes que yo creo que son una sarta de mentiras para consolarnos un poco de todo el frío que estamos pasando. O eso creo yo, que seguro me estoy equivocando y es verdad eso que se dice que son buenos años los que tienen nieve, que no seré yo el que le lleve la contraria a nadie, faltaría más.

Yo no sé si es el año en el que estamos pasando más frío, que para eso no tenemos memoria, que nos pasa lo mismo que con el calor, que siempre nos creemos que el último que hemos tenido ha sido el más grande del mundo mundial, y no siempre pasa así, por suerte, me parece a mí. Dicho esto, el jueves hizo un frío de caerse de espaldas, que asomaba las orejas de la manta y se me congelaban, que yo creo que nunca he estado tanto tiempo un día de diario metido en la cama, que hasta mi hermana se acercó a mi cuarto para preguntarme si estaba malo. Tampoco se hubiera extrañado, que estos días no pueden ser buenos para la salud, que lo normal es enfermar, me parece a mí, porque esto nada bueno puede traer, por mucho que se empeñen los refranes en contarnos otra cosa. Más frío que pelando rábanos o que cazando pingüinos, que hay refranes para todo, pero que salí a la calle y creía que estaba andando sobre bloques de hielo, lo que yo les cuente, que bien saben que no estoy exagerando.

Yo no sé si por querer quitarme este frío de encima, por dejar de pensar en él aunque solo sea un rato, pero estoy deseando que llegue mayo más que nunca. Y es que mayo, nuestro mayo, es justamente lo contrario a lo que estamos teniendo ahora, que es luz, es calle y es buena temperatura, que se me está quedando la forma del sillón en el cuerpo, de estar todo el día sentado al brasero. Además este mayo, y nuestros Patios sobre todo, van con la mejor música que tenemos, la de nuestro Vicente Amigo, que ha hecho unas coplas a cosa hecha, que el otro día lo presentó Isabel, la alcaldesa, en la cosa esa que hay del turismo en Madrid, que lo explicaron muy bien aquí en mi Día. Lo de Vicente tiene mérito, y no solo lo digo por lo bueno que es tocando la guitarra, también por su cordobesismo, que sin haber nacido aquí se siente tan cordobés como el que más. Menudo ejemplo, anda que no me gusta a mí este chaval, que tiene siempre a Córdoba en la boca. En fin, que para frío el de nuestro equipo, pero me callo, que como siga nos acabamos congelando todos. Pensemos que habrá un mayo antes de lo que imaginamos.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios