La derrota que el Córdoba cosechó el pasado domingo en el duelo ante el Cádiz dolió en grado superlativo a la afición blanquiverde. Porque es uno de esos partidos que uno piensa que pueden ganarse siempre que su sea capaz de adelantarse en el marcador. Y el conjunto de Carrión hizo precisamente eso, lo más difícil, pero no fue capaz de mantener su ventaja y acabó saliendo goleado por un Cádiz que acabó siendo mejor en el tramo decisivo del partido. El fútbol es cambiante y se puede pasar del blanco al negro en apenas siete días. De héroe a villano en una semana. Tras los dos triunfos consecutivos en Copa del Rey y Liga bajo la dirección del nuevo técnico, el equipo había ilusionado otra vez a la grada. Pero este nuevo tropiezo jugando como local propicia que las dudas vuelven a aflorar. Una nueva oportunidad ante el Málaga en la vuelta de la eliminatoria copera y una exigente salida al Carlos Tartiere de Oviedo pueden disipar esas dudas que ahora se ciernen sobre el equipo o, por otro lado, acrecentales antes del período invernal de fichajes.

La otra cara de la moneda la ha protagonizado últimamente la Fundación CCF y su presidenta María del Mar Muñoz, que ha capitaneado una expedición al Sáhara compuesta por cuatro personas (la propia presidenta, el técnico de la Fundación Rafael Avilés y los entrenadores Miguel Gómez Petidier y Antonio de la Rosa) para continuar con la labor formativa de la entidad blanquiverde a niños y monitores saharauis. La labor cordobesista está siendo encomiable en iniciativas solidarias como esta y este programa está resultando un rotundo éxito. Y es que ya es la segunda temporada en la que una expedición de técnicos del club viaja a tierras argelinas y la primera en la que la propia presidenta de la fundación se implica de manera directa. Acciones de este tipo engrandecen al club.

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