El otro día leí en mi Día que vamos a tener una primavera la mar de calurosa, que lo había dicho una de las personas que más entiende de eso en todo el mundo mundial, y cuando uno lee esas cosas se pone a temblar, porque eso quiere decir aquí, en Córdoba, que el verano nos va a durar desde mayo hasta octubre, como muy poco, que ustedes saben que no estoy exagerando en nada.

Y se me hace raro escribir esto ahora, que hemos vuelto a este invierno que está consiguiendo que no sepamos si tenemos alergia o gripe, de todos los mocos que nos salen de la nariz, vaya cosa mala. Y es que al final los refranes tienen su mucha razón, que cuando dicen lo del cuarenta de mayo se confunden por poco, y eso que este hombre que entiende tanto nos está diciendo justamente lo contrario. Vamos, que no sabemos con lo que nos vamos a encontrar dentro de dos días, que esa es la mayor verdad. Que algo parecido nos está pasando con la puerta de la Mezquita, o la puerta de la Catedral, como usted prefiera llamarla, que se dice de las dos maneras aunque sean la misma cosa, y es que en Córdoba somos así. Yo no sé si alguien lleva razón o todo el mundo está equivocado, lo que digo es que hagan lo mejor para nuestra Córdoba bendita que es lo único que debe importarnos y que todo lo demás son pamplinas y pegoletes que no debemos tener en cuenta.

Ahora que he mentado a la Catedral, hay que reconocer que el obispo de ahora es un poco como el anterior presidente del Córdoba, que le gusta tela una tele y que sabe que diciendo una de las suyas va y sale, y en todo el país, que de vez en cuando dice algo que lo critica media España, eso es así. Que ya lo ha hecho unas cuantas veces, como el que no quiere la cosa. Y es que las personas a veces somos como la temperatura, que no sabemos si vamos a tener un día de frío o si nos vamos a morir de calor, que no depende de nada en concreto, que solo con poner el pie en el suelo ya vamos hacia una u otra temperatura. En fin, que por eso yo creo que la rebeca es una prenda tan socorrida, que la puedes utilizar tanto en invierno como en verano, que siempre te da buen apaño. Lástima que muchos no tengan una rebequita para cuando abren la boca, que seguro les saldrían frases más templadas, que son las que hacen falta, ya que no acaban molestando a nadie, y no sé si me explicado yo con esta cosa que me he sacado de la manga de la rebequita.

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