Vaya hartá de hacer torrijas, roscos y pestiños que nos pegamos el viernes por la tarde, no se pueden hacer idea, que me he quedado sin yemas de los dedos porque yo era el encargado de emborrizarlos en canela y azúcar y eso se tiene que hacer en caliente, que si no luego no se queda bien, como que no pega. Pero no me quejo de nada, porque nos lo pasamos en grande haciéndolos y mucho mejor todavía cuando nos los comimos, que si no me he comido dos docenas en estos días no me he comido ninguno, lo que yo les diga, una cosa mala. Pocas cosas hay que me gusten más que estos dulce recién hechos, mientras más calientes mejor, que a mí nunca me queman, lo digo de verdad. De las torrijas se ha encargado Soraya, que las hace siguiendo una receta de una tía suya, y la verdad es que le salen de maravilla, pero buenas, buenísimas. Y, sobre todo, envueltas en su canela y en su azúcar, que lo de la miel y el vino como que no termino de entenderlo, sobre todo en Córdoba, que nuestras torrijas son como son y lo mismo le pasa al salmorejo, que lo otro es otra cosa, y no sé si me estoy explicando. Soraya las hace tan jugosas y tan blanditas que las puedes confundir con leche frita, de verdad, y es que las tiene metidas en leche hasta que están a punto de romperse, que según dice ella ese es el secreto. Como el secreto de mi hermana con los roscos y los pestiños es la manera amasar y que el aceite tenga el sabor de la cáscara de naranja y del ajonjolí, tal y como las hacía mi madre, que mi hermana es como las sigue haciendo y más buenas no pueden estar.

Y es que las comidas que están buenas de verdad, las que saben a auténtico, son las que tienen ese toque secreto que no todo el mundo conoce, o eso me parece a mí. Y me refiero a ese toque que hace que sepan diferentes de las otras, ese toque personal, y no sé si me estoy metiendo en camisa de once varas, que a lo mejor me estoy explicando nada más que regular. Secreto el que debe tener Sandoval, el nuevo entrenador del Córdoba, la verdad, porque hemos ganado en un mes más partidos que en casi todo un año, y bien saben que no estoy exagerando. Aunque para secreto, o ese dicen mis vecinos, el camino a coger con el coche cuando corten Los Tejares, que nadie sabe cómo lo vamos a tener que hacer, aunque cuando lo hacen es porque algo tendrán pensado, digo yo. En fin, que ya ha empezado la Semana Santa y vamos a cruzar los dedos, que el pronóstico no es bueno del todo, pero que si llueve no pasa nada, que todavía nos quedan roscos, torrijas y pestiños para aburrir.

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