Hay que seguir hasta el final, claro que sí, que hasta la cola todo es toro, como se suele decir, y hasta que nos quede un respiro de fresco, que ya estamos condenados a quemarnos de lo lindo, tenemos que aprovechar, que luego el verano se nos hace muy largo y algo más, lo que yo les diga. Que de eso sabemos todos un rato, que no hay un cordobés que no lo sepa, me parece a mí. De todo lo que he leído en mi esta semana, que todos los días me lo leo de cabo a rabo, lo que más me ha gustado ha sido lo de los donantes, que se ha celebrado que haya tantos y que haya tantos de Córdoba, además, que eso habla muy bien de cómo somos los cordobeses. Que de esas cosas sí que hay que estar orgullosos, pero mucho, más de lo que imaginamos, que eso sí que habla de la gente de una ciudad, y en eso los cordobeses somos un auténtico ejemplo. Y yo creo que tiene que ver mucho el Reina Sofía, de verdad, que aunque ya muchos no se acuerden no se pueden imaginar lo que supuso para Córdoba cuando lo inauguraron, que yo creo que desde el primer día ya lo hemos considerado como si llevara con nosotros toda la vida, que es lo que parece. Y las vidas que ha salvado, pero tela, miles y miles, que vaya trabajo bueno que llevan haciendo desde el primer día. Lo de los donantes ya es la leche, que conseguimos que otras personas vivan cuando a nosotros ya no nos hacen falta el corazón, el riñón o lo que sea, que yo se lo tengo dicho a mi hermana, que de mí que cojan lo que quieran, que si puede ayudar a quien sea, pues eso, que para adelante, por supuesto, y tan contento.

Contentos nos dejó el otro día el Córdoba y la verdad es que ya nos contentamos con poco, la verdad, que si nos dieran una alegría como la del Madrid yo no sé la que montaríamos, que lo mismo Las Tendillas se nos queda chica. Que como nos diera por hacer con el caballo, ya ves tú la cuadra. Y ahora diré lo que digo todos los años por estas fechas y que tan poca cuentan me echan. Que es el momento de hacer las cosas bien, pensadas, con tiempo, y dejarse ya de improvisaciones y de otras historias que solo te llevan a tener sofocones a todas horas. Pero vamos, que nadie me va a hacer caso. En fin, que es lo que tenemos, que yo creo que estamos ya hasta acostumbrados. Pues vamos a seguir y vamos a hacer que otros sigan siendo cuando nosotros no estemos donando, que es una de las cosas más bonitas que se pueden hacer. De verdad se lo digo, eso sí que es vida, no lo dude.

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