Tendría que haber hablado con Juan, el director de mi Día, para decirle que esta semana necesitaba mucho más espacio, que han pasado muchas cosas estas navidades y no me quería dejar nada atrás, que me conozco y luego se me va la cabeza, se me olvidan las cosas y se me quedan atrás, y eso no me gusta. Aunque también puede ser que yo las crea importantes en el momento y luego no lo sean tanto, que las importantes no se te olvidan, digo yo.

Da igual, que estoy muy feliz, muy contento, y yo quería contárselo a todo el mundo, a todos, y es que me ha pasado una cosa que yo nunca podría haber imaginado. Lo digo ya porque si no reviento. El día de Nochevieja, ya era Año Nuevo, que fue un rato largo después de comernos las uvas, Soraya me dio un beso. Pero un beso de verdad, nada de en las mejillas o en la frente, en los labios, un beso de novia, para que nos entendamos todos. Vamos, que me quedé pasmado, que me faltó poco para que me cayera de espaldas, que hasta se me doblaron las rodillas, lo que yo les diga, que no estoy exagerando en nada. Yo la veía rara desde un rato antes, que me miraba de una forma que nunca le había visto, y me miraba mucho, y sin previo aviso, como el que no quiere la cosa, me plantó un beso en los labios. Eso sí, fue un beso corto, que no fue como en las películas, pero mucho para mí, que hasta entonces habíamos llevado una relación de primos, o de hermanos, pero poco más.

Como el puñetero está en todo, que no se pierde una, el único que vio el beso de Soraya fue mi amigo Cayetano, y después de hincharse de reír me dijo que fuera despacio y que le encargara un regalillo para los Reyes Magos, que yo tenía pensado hacerle, porque ya llevo varios años haciéndolo. Cosas baratas, claro, que yo no tengo cuartos, que ya me gustaría gastarme un montón en Soraya, que ella se merece eso y más, lo que yo les diga. Pues me hice el valiente y le regalé un anillo, y cuando se lo di casi se queda sin respiración y otra vez se le pusieron los ojos del día 1 y me volvió a plantar un beso en todos los labios, lo que yo les diga, que no me estoy inventando nada. Y en esas estamos, que después de años de no pasar nada, en solo seis días de este nuevo año ya llevo dos besos de verdad. En fin, que yo creo que no he podido comenzar mejor este 2017, que ya les iré contando, como también espero contarles que seguimos en la Copa, que malamente no vamos, que con un golito nos plantamos en la siguiente ronda. Y a soñar.

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