Después de 13 años en el mundo de la música y siete álbumes de estudio, la cantante madrileña Malú se ha atrevido con la composición en un disco, Guerra fría, en el que aparece más optimista y con sonidos más potentes. La joven que saltó al panorama musical en 1998 apadrinada por Alejandro Sanz con Aprendiz ha evolucionado hasta conseguir la solidez en este octavo trabajo que presenta esta noche (22:00) en Córdoba con un concierto en el Palacio de Deportes Vista Alegre.

-¿Qué ha supuesto para usted este disco?

-Es un impulso grande, sobre todo a nivel profesional, porque he aprendido una barbaridad al trabajar con Armando Ávila para hacer mis primeros pinitos como autora y con grandes amigos como David Santisteban o Melendi. Creo que profesionalmente éste ha sido un gran paso.

-¿Qué ha aprendido?

-Sobre todo, ponerme delante de un folio en blanco, que es de las cosas más complicadas que existen, y plasmar mis sentimientos. Ha sido importante encontrar a una persona que siente y ve la música exactamente igual que yo, esa perseverancia, constancia, esa fuerza de luchar para conseguir lo que vas buscando.

-Ya que se ha animado con la composición, ¿incluirá en próximos trabajos más temas propios?

-Eso espero. Me encantaría, porque ya he roto esa barrera de miedo que tenía a la composición y ya voy a por ello.

-¿Por qué ha titulado este disco Guerra fría?

-Es el título de la primera canción que salió de todo este proceso y la primera que estaba escrita por mí. Por otro lado, me guiaba mucho la comparativa con el amor, porque en el amor y en la vida vivimos verdaderas guerras frías con nuestra pareja, con los amigos y en el trabajo incluso. Y sí es verdad que me inspiraba bastante el hecho de llevar toda la vida cantándole al amor y cantando a verdaderas guerras frías de situaciones de dolor.

-¿Ha roto con este disco la línea de trabajos anteriores?

-Hemos seguido con algo que es incambiable, mi forma de interpretar y sentir las canciones, pero sí es verdad que he conseguido dar ese punto más agresivo musicalmente y quizás plasmar una forma más optimista de ver el amor y la vida.

-¿Por qué ha cantado tanto al desamor?

-Cuando estamos enamorados y sentimos dolor, todos tenemos una fase en la que necesitamos una canción que nos ayude a flagelarnos y la verdad es que a mí me hacían sentir muchísimo las canciones de desamor, al igual que el amor. Creo que va ligado, es una forma de expresar el dolor y liberarte de él.

-Este disco es más fuerte, más agresivo. ¿La ayuda esto a la hora de conectar con el público en los conciertos?

-Por supuesto. Mi objetivo era plasmar en un disco la fuerza de los directos, la agresividad. Quizás cuando alguien piensa en un concierto de Malú automáticamente imagina baladas o temas tranquilos. Por eso con este nuevo trabajo quería mostrar que no, que el directo es muy divertido y no tiene nada que ver con el mundo de la balada.

-Nada más publicarse, Guerra fría se posicionó en el número uno de la lista de ventas. ¿Se lo esperaba?

-No, ni muchísimo menos en los tiempos que corren. Creo que es un empujón y me da una gran fuerza para seguir.

-Después de ocho discos, ¿qué mantiene de esa joven que saltó a la música con Aprendiz?

-La ilusión, las ganas de aprender, el mismo nerviosismo al subirme a un escenario... Quedan muchísimas cosas.

-¿Cómo ha evolucionado su música en estos 13 años de trayectoria?

-A la vez que yo. Siempre he sido bastante sincera a la hora de plasmar en cada disco el momento de mi vida por el que estaba pasando. Quizás, ahora, escuchando discos anteriores se sienten todos esos años de aprendizaje y tengo más seguridad en mí misma a la hora de crear.

-¿Es ahora más difícil hacerse un hueco en la música?

-Sí, ahora mismo es tremendamente complicado. No hay más que ver las listas de ventas para darse cuenta que la industria de la música está pasando por uno de los peores momentos de su historia.

-¿Puede haber una solución? ¿Ayudará la Ley Sinde?

-Debería, más que nada porque no es justo que no se valore a alguien que pasa su vida para crear algo y emplea a fondo su tiempo en eso.