La Sección Oficial del undécimo Festival de Cine Español de Málaga traspasó ayer su ecuador con la proyección de dos óperas primas, Pájaros muertos, de Guillermo y Jorge Sempere, y Proyecto Dos, de Guillermo Groizard.

Pájaros muertos transcurre durante un verano en el que se altera la vida idílica en la burbuja irreal que supone una urbanización cerrada de alto nivel, a partir de la aparición de varios cadáveres de aves. Los directores, que son primos, admiten como referencias cinematográficas de su historia títulos como Pequeña Miss Sunshine o Las vírgenes suicidas.

Jorge Sempere afirmó que un proyecto así, al que han dedicado los últimos tres años, "se levanta con mucho esfuerzo". También son los productores del mismo, por lo que "todo lo bueno y lo malo que tenga la película es culpa nuestra".

Para Sempere, lo que se suele denominar cine independiente "es el más dependiente, porque se depende de todo el mundo".

En el proceso de creación de la historia intentaron que ésta fuera "lo más original posible", pero "a veces hay una autocensura porque uno mismo se pone barreras". Esto es común en las primeras películas pero esperan que desaparezca en próximos proyectos.

La actriz Silvia Marsó considera que la aparición de los pájaros muertos es sólo "un pretexto para mostrar lo que ocurre en familias felices, que tienen un nivel social alto o lo aparentan", cuando se produce "la ruptura del espejismo en el que viven".

Por su parte, en Proyecto Dos Adriá Collado encarna a un bioquímico del CSIC que está casado con una traductora y que lleva una vida rutinaria hasta que un día, viendo un programa de televisión, contempla las imágenes del atropello de un hombre idéntico a él, por lo que empezará a hacerse preguntas sobre su pasado.

El festival tuvo ayer un recuerdo para el guionista Rafael Azcona con un coloquio en el que participaron José Luis García Sánchez, David Trueba, Bernardo Sánchez Salas y Luis Alegre, entre otros.