El cineasta estadounidense Woody Allen concibe escribir y rodar películas como una suerte de "terapia personal", que le "relaja" y le hace sentir "mejor". "Si no escribiera guiones, escribiría obras teatrales o libros, cuando no escribo, me siento miserable", asegura el director en una entrevista dominical en el semanario alemán Die Zeit.
Allen explica que de joven sufría un intenso miedo al fracaso que con el tiempo fue remitiendo. "Pensaba que, si tenía éxito, todos me querrían, pero que si fracasaba el mundo entero me odiaría. Tonterías. Con el tiempo se aprende que ocurren cosas maravillosas y horribles. Y de alguna manera es tranquilizador", señala el cineasta.
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