Javier estévez. Músico, ingeniero y coordinador del aula de rock de la uco

"Tenemos que pelear para que los jóvenes piensen por sí mismos"

  • El cantante y compositor ha publicado su segundo trabajo como Subtónica, un disco en el que trata temas como las deficiencias del sistema educativo actual o las redes sociales

Javier Estévez (Córdoba, 1977) acaba de publicar su segundo disco como Subtónica.

Javier Estévez (Córdoba, 1977) acaba de publicar su segundo disco como Subtónica. / josé martínez

El trabajo de Javier Estévez (Córdoba, 1977) es una muestra de la armonía que existe entre música y ciencia: ingeniero agrónomo, profesor, alma de Subtónica y coordinador del Aula de Rock de la Universidad de Córdoba (UCO). Tras su paso por el grupo Estirpe, en 2013 creó Subtónica, que este otoño ha publicado su segundo disco, titulado Si a lo que nos divide le restamos importancia el producto final será siempre positivo, y la próxima semana rodará un videoclip. La gira de este trabajo se celebrará entre febrero y abril y pasará por Sevilla, Madrid, Málaga, Granada y Córdoba.

-¿Qué balance hace de su etapa en solitario?

-Estoy muy sorprendido en positivo. Este trabajo lo he sacado gracias a una campaña de crowdfunding en la que he vendido de forma anticipada 140 discos, cifra que para algo underground y autoproducido es bastante reconfortante. Sobre todo contemplo a Subtónica como un reto, un proyecto que trato de forma profesional pero no persigo los mismos objetivos que tenía con mi anterior banda. He tenido un crecimiento como artista, me apetece cuidar mucho los tiempos y no estar al servicio de los que la industria impone. Es un proyecto muy abierto que me da mucha libertad.

-¿Qué aceptación está teniendo el disco?

-En principio buena, en las redes sociales, que actúan como termómetro, tengo un feedback bastante bueno. Es verdad que es un disco denso, al que se necesita prestar atención mientras lo escuchas, es arriesgado y no es un producto convencional, pero me están felicitando y valorando en positivo.

-En sus canciones mezcla su trabajo, la ciencia, y su pasión, la música. ¿Cómo logra conjugar ambas disciplinas?

-Es algo muy natural que define al proyecto de Subtónica. Soy yo en estado puro, no pretendo buscar un tema que sea llamativo para determinado público. La mezcla sale de forma fluida. Conozco las deficiencias que tiene el sistema de investigación actual; creo que una sociedad que no apuesta por el I+D más tarde o más temprano estará abocada a una falta de progreso. Ese tema lo denuncio en este álbum en algunas canciones de una forma cuidada y poética. También me interesa mucho la parte docente porque nuestros jóvenes van a ser los profesionales del futuro y hay unas deficiencias que el sistema, desde primaria a la universidad, no suple. Por enseñar Matemáticas, Tecnología o Ciencias no podemos aislar o no educar en valores o temas relacionados con las Humanidades, en Filosofía o Música, por ejemplo. El disco incide en ese aspecto en temas como Misantropía o Polarizándonos. Tenemos que pelear para que los jóvenes piensen por sí mismos, da igual que sea médico o periodista. Los medios tienen esa función de fiscalizar, un contrapoder político y social, pero el ciudadano debe ser crítico y desarrollar su pensamiento. Si nos creemos todo lo que nos dicen, el mundo no avanzaría; la propia ciencia avanza porque se duda. El álbum respira mucho de esa necesidad de reflexionar.

-¿Cómo puede la música ayudar al cambio social?

-Soy un romántico en ese sentido porque me eduqué con música rock de los 90 y la parte española de finales de los 80, soy un amante de la poesía y me apasiona la filosofía. Creo que la música, si recoge desde el punto de vista lírico ciertos valores del pensamiento más intelectual, puede aportar mucho a los jóvenes. Me refiero a jóvenes aunque el mensaje es para todas las edades, pero me preocupa más ese joven de 20 años que sólo escucha música comercial que viene impuesto por una cadena. Eso no deja de ser un producto más de ocio o entretenimiento que un valor cultural en sí mismo. Creo que la sociedad puede ser mejor si esos objetivos que se quieren conseguir se ven reflejados en canciones.

-¿Cómo se puede ampliar la cultura musical de los jóvenes?

-Ya lo decía Platón, la base de toda mejora es la educación, pero es complicado. Por ejemplo, en la actual Lomce la Filosofía y la Música, dos asignaturas netamente intelectuales, quedan relegadas a un segundo plano con muy pocas horas de docencia. A la par, cada vez hay más academias de música. Las familias se interesan en que sus hijos estudien música pero tengo mis dudas sobre si ese interés responde a una especie de moda. La única manera de cubrir esas lagunas es educar en valores, y no por ello hay que dejar de lado las Matemáticas o Ciencias.

-¿Cómo marcha el Aula de Rock de la UCO?

-El aula se nutre a base de proyectos y la segunda convocatoria culminó con un concierto alternativo de inicio de curso académico en el que actuaron Lämpara y Ñete Lorente. Somos una comisión de profesores que continuamente estamos pensando en proyectos, ya estamos preparando la próxima edición

-¿Cuándo empezó a interesarse por los pequeños grupos?

-El proyecto nació en colaboración con mi compañero Luis Rubén Gallardo a través de un curso en la UCO que derivó en el libro Rock y educación. De ahí surgió la idea de crear el Aula de Rock y vehicular todas esas ideas que inicialmente teníamos. El Aula no sólo se centra en los grupos pequeños sino que tiene varias vías; una formativa, otra de cooperación y una tercera de investigación docente en el que se enmarca el último proyecto relacionado con la violencia de género.

-¿Cómo ve el panorama musical cordobés?

-Creo que a nivel de talentos y artistas es fabuloso, el problema es que ese cultivo salga y tenga una mayor repercusión. En este momento hay bastantes salas de conciertos que programan con cierta periodicidad, pero sigue faltando que el público cordobés asista de manera más masiva y que haya conciencia de pagar una entrada. En Córdoba estamos repletos de propuestas de diferentes estilos pero falta ese apoyo por parte de la gente para que tengan más presencia. También es cierto que yo que llevo desde los 90 lidiando con este problema, creo que no es único de Córdoba. Además al cordobés le falta arranque para valorar aquello que tiene al lado, pero es algo con lo que hay que batallar y poco a poco lo solucionaremos.

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