Presentada en marzo de 1752 y luego recuperada tras el éxito que en agosto conoció el estreno parisino de La serva padrona de Pergolesi, Le devin du village no es exactamente una comedia vodevilesca al estilo de las que ya se hacían en Francia, pues prescinde de los diálogos hablados, pero tampoco puede asimilarse sin más al intermedio italiano, pues su argumento de carácter sentimental y pastoril se aparta notablemente de la cáustica y a menudo grosera comicidad típica de los intermezzi.

El acto único de Le devin du village se estructura en siete escenas más un divertimento final (al estilo de las óperas francesas) y desarrolla un motivo típicamente rousseaniano: prendado de una dama de la nobleza, el pastor Colin termina prefiriendo la sencillez rústica y la compañía de la pastora Colette. La música es simple y encantadora, y se escucha hoy con gusto, siempre que el oyente no se acerque a ella con excesivas pretensiones. Un equipo competente, comandado por Andreas Reize y con las voces de Gabriela Bürgler, Michael Feyfar y Dominik Wörner, la grabó para CPO en agosto de 2006 durante una representación en Suiza.

Sugestivo y precioso recorrido por baladas y danzas del Renacimiento inglés. A partir de una canción antigua (The Elfin Knight), origen de algunas otras tan populares como La feria de Scarborough, el bajo americano Joel Frederiksen y su Ensemble Phoenix Munich deslumbran con casi 80 minutos de unas recreaciones impactantes por su belleza melódica y su poética fuerza expresiva. Una gozada.

Publicado por Jacob Van Eyck (c.1589-1657) en dos libros entre 1644 y 1655 El jardín de las Delicias de la flauta incluía unas 170 piezas para una y dos flautas dulces, instrumento del que Van Eyck era un extraordinario virtuoso. El conjunto Anthonello ofrece dieciocho de ellas en fantasiosas recreaciones, pues además de las flautas se emplea una viola da gamba, un arpa y hasta una corneta.