El vergel de la Alhambra es de los espacios más apreciados del recinto por sus visitantes. Son sus plantas las que invitan a respirar aires de otras épocas, donde la calidad y belleza de un jardín era seña de poder y riqueza. Precisamente ese viaje en el tiempo es históricamente plausible en los jardines de la Alhambra porque aún existen especies botánicas de la época nazarí como el romero o el arrayán o el boj.

Curiosidades como esa, así como los posibles usos medicinales de las plantas, o el origen de que en los cementerios se planten cipreses, aparecen en el libro Plantas de la Alhambra, 80 especies imprescindibles.

Nace una guía didáctica e ilustrada que recoge las especies herbáceas 'imprescindibles' del jardín del monumento nazaríEl libro recoge en los anexos las 365 especies herbáceas más frecuentes del jardín

Esta edición responde a la gran necesidad de un ejemplar de estas características dentro del catálogo de libros de la Alhambra. La peculiaridad de esta obra no radica solamente en su contenido botánico e histórico, sino también en su estética. Plantas de la Alhambra contiene las ilustraciones de Pilar Campos Fernández-Fígares, una serie de pequeñas obras de arte que convierten la obra en un "libro de mesa de café", como lo definió el editor Miguel Sánchez. Como él mismo añadió, es un ejemplar "para regalar" y orientado para todo tipo de público.

Estos dibujos fueron realizados por la artista a lo largo de varios años a partir de ejemplares de los jardines, huertas, bosques y cármenes de la propia Alhambra. En sus palabras, "este libro permitirá a los lectores volver a recrear, si no los olores y el ambiente fresco que se percibe en el jardín, la belleza absoluta que representan las plantas y flores del monumento".

Este libro, del que se han editado 2.200 copias, es una especie de guía que se adentra en la diversidad vegetal existente en los espacios verdes de la fortaleza nazarí. En la obra -firmada por los investigadores Rafael de la Cruz Márquez y José Manuel García Montes- se describen e ilustran las 80 especies más representativas del vergel y en los anexos se recogen las 365 más frecuentes de todas las presentes, ordenadas por los nombres científicos y por los nombres comunes.

De las 600 especies que pueblan el jardín nazarí, la mayoría de carácter ornamental, han sido seleccionadas las más comunes, las que tienen tradición dentro de la jardinería granadina -como la buganvilla o la rosa de pitiminí, el caqui japonés, los clavelones-, o las que tienen algún interés de tipo histórico. La motivación del libro es que el visitante que recorra los jardines al menos conozcan esas plantas imprescindibles del recinto.

En la literatura que rodea a la Alhambra como A la sombra del Granado de Tarik Ali, se puede apreciar el valor que tenía la naturaleza y el jardín en el mundo nazarí. Así, especies como el romero, el ciprés, el arrayán o el boj son especies que se asentaron allí en época medieval.

También es cierto que estos jardines también cuentan con especies que por tradición se consideran mediterráneas y que en cambio fueron traídas de muy lejos, como el naranjo amargo -de procedencia asiática-, la glicinia, las pilistras o el geranio.

Se ha procurado que el libro contenga una representación de todos los tipos de plantas: arboles leñosos, frutales, de bosque, herbáceas e incluso silvestres como el Velo de novia que aparece solamente en los roquedos.

Así, gracias a que cada una de las especies que aparecen en el libro Las plantas de la Alhambra -con más de 300 páginas- viene acompañada de una rigurosa ficha, encabezada con el nombre científico, el nombre común, la situación, localización y el uso de la planta dentro del recinto, esta guía ilustrada se convierte en un nuevo tesoro didáctico del monumento granadino.