La programación de la Filmoteca de Andalucía para el próximo mes en su sede de Córdoba articula distintos vectores novedosos que apuntan a diversos horizontes cinematográficos y geográficos: Alemania, Taiwán, Israel. La propuesta más exótica es un ciclo dedicado al wuxia, un género de artes marciales ambientado en época medieval que se caracteriza por su elaboración coreográfica y que desarrolló su periodo dorado en los años 60 y 70.

Bajo el epígrafe Wuxia Dragon Inn, la Filmoteca proyectará una selección de piezas emblemáticas del género: El maestro de la espada (Joseph Kuo, 1968) es la historia de Tsai Ying-Jie, que inicia un viaje de venganza que pronto será interrumpido por la guerrera Golondrina Voladora; en Una ciudad llamada dragón (Tu Chung-Hsun, 1970) una joven se aventura en una base militar para encontrase con un camarada revolucionario que ha elaborado un importante manual de resistencia contra los manchúes; Un toque zen (King Hu, 1971) relata el viaje de una fugitiva de origen noble que se disfraza para buscar refugio en un fuerte supuestamente hechizado, en una remota aldea de la frontera con Mongolia; La dama de hierro (Sung Tsun-Shou, 1969) se centra en la invasión china que tuvo lugar durante la Dinastía Song del Sur; Una gran pasión (Yang Shih-Ching, 1970) presenta a un soldado rebelde que es enviado para infiltrarse en una base enemiga; La posada del dragón (Dragon Inn) (King Hu, 1969) está protagonizada por el poderoso eunuco Cao Shaoqin, que siembra el terror entre sus conciudadanos; y en El monte del dragón volador (Chen Hung-Min, 1971) la mendiga Er-Hu recibe a las puertas de un templo el regalo de un collar. Esa noche el collar es robado y la madre de Er-Hu asesinada por el ladrón. Diez años después Er-Hu se convierte en un guerrero famoso por combatir las injusticias.

La Filmoteca se asoma al nuevo cine alemán con el ciclo La Escuela de Berlín, del que en junio se proyectarán dos cintas: Somos jóvenes. Somos fuertes de Burhan Qurbani (2014) y Victoria de Sebastian Schipper (2015). La primera de ellas está ambientada en agosto de 1992 en el distrito Lichtenhagen de Rostock. En una urbanización de edificios de placas de cemento, algunos jóvenes desempleados luchan contra el aburrimiento y las frustraciones. Cuando llega la noche atacan a la policía y a los inmigrantes. La segunda está rodada en un plano secuencia y tiene como escenario el barrio berlinés de Kreuzberg. La cámara es testigo de todo lo que le pasa a una joven española durante dos horas.

También el cine israelí reciente encuentra acomodo en el programa de junio con Buenos días, señor Fidelman de Yossi Madmony (2011). Un drama en torno a la tienda de restauración de muebles de Fidelman, cuyo negocio se resiente tras el fallecimiento de su socio. Las relaciones con su hijo tampoco viven buenos momentos.

El programa Gran pantalla, que recoge obras significativas de varias etapas y latitudes, continúa con Sexo, mentiras y cintas de vídeo de Steven Soderbergh (1989), Laura de Otto Preminger (1944), una de las obras más reconocidas del cine negro, Los amantes del Pont-Neuf de Leos Carax (1991) y Verano del 42 de Robert Mulligan (1971). Y el cine rumano sigue presente con Cinema, mon amour de Alexandru Belc (2015) y El molino de la fortuna de Victor Iliu (1957), entre otros títulos.

El ciclo de estrenos contempla como primera cita de junio la argentina Hermia & Helena de Matías Piñeiro (2016), sobre una joven directora de teatro que viaja de Buenos Aires a Nueva York para trabajar en un proyecto. Le seguirá la croata Bajo el sol de Dalibor Matanic (2015): tres historias de amor ambientadas en este país a lo largo de tres décadas. Una incursión islandesa con Gorriones de Rúnar Rúnarsson (2015), relato iniciático sobre un adolescente de 16 años. Otra dosis rumana con By the Rails de Catalin Mitulescu (2016), sobre el regreso al hogar de un hombre que ha estado un año trabajando en Italia. Y, para terminar, la argentina La idea de un lago de Milagros Mumenthaler (2016), sobre una mujer separada de su pareja que espera un hijo.