Abderramán III, el primer califa de Al-Ándalus, es el protagonista de dos obras que acaban de llegar a las librerías, una de ellas de naturaleza narrativa y la otra ensayística: El embajador de Medina Azahara, de los hermanos cordobeses María Amor y Javier Martín Fernández (editorial Almuzara), y Abderramán III y el califato omeya de Córdoba, de Maribel Fierro (Nerea).

La novela, según Almuzara, narra "una apasionante historia que arranca de un episodio diplomático acaecido entre Abderramán III y Otón I". El encuentro del emperador alemán con el califa, impulsor de la ciudad palatina de Medina Azahara, pretendía que el estado islámico de Fraxinetum, convertido en reducto de piratas contra cuyas correrías se organizaron varias expediciones para expulsarlos de la aldea fortificada que les servía de cobijo en plenos dominios cristianos, dejara de poner en peligro el comercio naval a través del Mediterráneo. Este hecho, rigurosamente histórico, permite a los autores pergeñar "una estimulante aventura, llena de riesgos, a la que dan vida personajes como el propio califa, Juan de Gorze, Garamano, Hasday o Recemundo. Y toda ella, con el trasfondo de la realidad política, social, religiosa y cultural de la Europa del siglo X".

María Amor Martín Fernández es profesora titular de Escuela Universitaria del Área de Didáctica de la Lengua y la Literatura y vicedirectora adjunta de la Escuela Universitaria de Magisterio Sagrado Corazón, adscrita a la Universidad de Córdoba. Por su parte, Javier Martín Fernández es catedrático de Derecho Financiero y Tributario y socio director de F&J Martín Abogados. Autor de numerosos libros y artículos sobre su especialidad, es el presidente de la Fundación Bodegas Campos y miembro de la Real Academia de Córdoba.

Profesora de Investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Maribel Fierro es una de las máximas especialistas en la figura y la época de Abderramán III. En su ensayo reconstruye el perfil del monarca con especial atención a dos episodios decisivos en su mandato: la adopción del título califal (en el año 929) y los antecedentes y las consecuencias de la derrota de Simancas (en 939). Ambos hechos vertebran un singular y documentado retrato, sobre el trasfondo de una época crucial de la historia española.

La experta describe cómo Córdoba se convirtió en un verdadero faro de la civilización y la cultura, rivalizando a lo largo de un siglo con Bagdad y Constantinopla en poder, prestigio, esplendor y cultura. Una trayectoria de grandes logros en la que, no obstante, hubo de luchar permanentemente en defensa de la legitimidad del califato, dentro y fuera de los límites de Al-Ándalus.