Aniversario

Tres lustros sin el bop

  • Hoy se cumplen quince años de la muerte del trompetista norteamericano Dizzy Gillespie, profundo renovador del jazz

Siempre sucedía lo mismo. Inflaba sus carrillos hasta lo inconcebible, apuntaba con su trompeta hacia el cielo y comenzaba a surgir aquella música de agudos imposibles y armonías insólitas que hizo pasar a la historia a Dizzy Gillespie como uno de los más grandes gigantes del jazz de todos los tiempos. Hoy se cumplen quince años de su muerte.

John Birks Gillespie había nacido en Cheraw, Carolina del Sur, el 21 de octubre de 1917 y junto al genial saxofonista Charlie Parker, fue uno de los máximos responsables de la revolución que el bebop supuso en el mundo del jazz. Incansable explorador del vasto universo de la música afroamericana, Dizzy fue también uno de los más destacados intérpretes y compositores del jazz latino a partir de la renovación de ritmos como el calipso o la bossa nova, y principal impulsor, junto a Machito y Chano Pozo del jazz afro-cubano.

Hijo menor de los nueve que tuvo su padre, albañil y pianista aficionado, en sus comienzos el instrumento de Gillespie era el trombón, pero pronto lo abandonó para abrazar la trompeta y colaborar con muchos de los grandes de la década de los treinta y primeros cuarenta como Teddy Hill -responsable del mote con el que pasaría a la historia, Dizzy, que puede traducirse como alocado-, Cab Calloway, Earl Hines, Ella Fitzgerald, Benny Carter, Fletcher Henderson, Lionel Hamptom, Coleman Hawkins, Ben Webster, Chu Berry o Duke Ellington.

Fue en 1942 cuando comenzó su fructífera colaboración con Charlie Parker, junto a quien grabaría algunos de los temas más emblemáticos y revolucionarios de la historia del jazz.

Artistas de la talla de Bud Powell, Ray Brown, Max Roach o Milt Jackson se les sumaron en lo que sin duda fue uno de los momentos de mayor explosión creativa que haya conocido la música negra norteamericana. Las drogas y el alcohol que acabarían con la vida de Charlie Parker fueron también los culpables de su distanciamiento con Gillespie, que para entonces ya se había convertido en una figura indiscutible y tan popular que incluso se postuló en dos ocasiones para la Presidencia de Estados Unidos.

Tras formar orquesta propia, por la que desfilarían leyendas del jazz como Theloniuos Monk y John Coltrane, Gillespie, murió a los 75 años en New Jersey. De su pluma salieron temas tan famosos como Salt Peanuts, Be-Bop o A Night in Tunisia.

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