Los historiadores del arte Enrique Valdivieso y Gonzalo Martínez del Valle han reunido en un libro la colección pictórica del Palacio de Viana tras una investigación que ha durado alrededor de año y medio y que han hecho "con ilusión y esperanza". En total han analizado unas 300 obras

con temáticas vinculadas a la Corona española y la aristocracia, mientras que otras son decorativas paganas, bélicas o religiosas. Valdivieso señaló que hay obras de la escuela sevillana, de la propia escuela cordobesa, como "un lienzo espléndido de Antonio del Castillo", y otras "de gusto y refinamiento propias de una época en la que realmente la pintura era parte fundamental en el ajuar doméstico". Hay pinturas españolas, italianas, flamencas y francesas pero "no había una intención de formar una gran colección". El periodo que abarcan va de finales del siglo XVI hasta principios del siglo XX.

Entre los artistas que se encuentran en la colección, el catedrático emérito de Historia del Arte de la Universidad de Sevilla nombró a Bartolomé González, Juan Pantoja de la Cruz, Antonio del Castillo, Bernardo Lorente Germán, José Gutiérrez de la Vega, Federico Madrazo o el propio Duque de Rivas, que "ha dejado en esta casa un retrato de familia que es admirable y delicioso desde el punto de vista de la intimidad familiar". Además, destacó la singularidad de las obras y puntualizó que "no hay muchos edificios en España" con una colección de este tipo.

Valdivieso resaltó la "variedad y riqueza" de fondos del Palacio, que "permitía ahondar en la investigación". Ya se habían realizado escritos donde figuraban las obras pero en algunos casos dentro de libros generales que describían todo el monumento. Ahora, los dos expertos han buscado primero "la justificación de por qué Viana tiene esta colección". En este sentido, Valdivieso expresó que la Casa de Viana, lo mismo que todas las casas nobiliarias, tienen antecesores que formaban colecciones pictóricas pero no con la intención de coleccionar sino porque en todos los palacios había una capilla privada con obras religiosas, en los comedores se ponían bodegones y en los grandes salones retratos de miembros de la propia casa y, si se podía, de la Casa Real.

En las páginas del libro se recogen temas iconográficos y "se intenta, lo primero, averiguar qué significa esa pintura". El catedrático explicó que algunas no son obras únicas ya que "se hacían en cobre casi industrialmente en los talleres de Amberes", como las referentes a las batallas de la Guerra de los Treinta Años.

Por su parte, el director del Palacio de Viana, Leopoldo Izquierdo, recordó que hace unos años comenzó el plan museológico de este monumento para "tener una herramienta de gestión patrimonial". Uno de los ámbitos que se abordó fue la necesidad de un inventario riguroso y científico que se ha realizado por parte de los profesionales del área de conservación y restauración del Palacio. A partir de ahí comenzó un proyecto museográfico para la catalogación de las pinturas de Viana, para lo que se pusieron en contacto con estos dos expertos.