Cultura

'El otro hermano' traza una metáfora de la sordidez

  • El cineasta uruguayo Israel Adrián Caetano compite con el filme en el Festival de Málaga

Leonardo Sbaraglia, Ángela Molina y Daniel Hendler.

Leonardo Sbaraglia, Ángela Molina y Daniel Hendler. / efe

El otro hermano, una película dirigida por el cineasta uruguayo Israel Adrián Caetano, ofrece una metáfora de la sordidez y la crueldad con una galería de personajes oscuros a través de una historia que se desarrolla en un caluroso y polvoriento pueblo de Argentina.

En esta coproducción con participación de Argentina, Uruguay, España y Francia, presentada ayer en la sección oficial del Festival de Málaga, el protagonista, Cetarti (Daniel Hendler), viaja a ese pueblo para hacerse cargo de los cadáveres de su madre y su hermano, que han sido asesinados, aunque lo que realmente quiere es cobrar un seguro de vida.

Sbaraglia afirma que este es "sin ninguna duda" el personaje más depravado que ha hecho

Allí conoce a Duarte (Leonardo Sbaraglia), un policía retirado que ahora es el capo del pueblo y en cuyos oscuros negocios se verá envuelto.

Para Sbaraglia, este es "sin ninguna duda" el personaje más depravado de su carrera, y le resultó "muy difícil" hacerlo, porque, cuando se lo ofreció Caetano, imaginó "un camino más fácil que el que el director después propuso".

"A veces, para hacer buenas actuaciones hay que pasar por un nivel de ridículo atroz", según el actor argentino, que cree que el suyo es "un personaje muy argentino, con reminiscencias y metáforas de la dictadura".

A su juicio, la película habla "de cómo ese estado, que se venía generando antes de la dictadura y en la dictadura tomó aún más cuerpo, sigue aún muy presente en Argentina, porque, cuando vino la democracia, quedó una mano desocupada de los torturadores".

Hay, añadió, "una metáfora de la sordidez y de la corrupción, todavía muy presente en Argentina", y los personajes "son la rapiña, que buscan las sobras de la basura".

Por su parte, el actor y director uruguayo Daniel Hendler resaltó que El otro hermano se sumerge "en un mundo bastante oscuro, lleno de personajes que sufren y que están solos, una metáfora de toda la crueldad que hay en el mundo".

El largometraje cuenta además con Ángela Molina, quien imaginó a su personaje "como una mujer que había llegado a ese pueblo por amor, había llegado a creer en esa familia, empezó a sufrir a partir de la muerte de su primer hijo y comenzó entonces a sentirse sin raíces".

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