Cultura

Las artes escénicas andaluzas muestran su fortaleza con un ciclo en el Góngora

  • La compañía Atalaya representará mañana 'Marat-Sade', La Zaranda llegará el viernes 27 con 'Ahora todo es noche' mientras que La Cuadra recupera 'Quejío' el sábado 28

David Luque, Ramón López, Salvador Távora y Lilyane Drillon, ayer, en la presentación del ciclo.

David Luque, Ramón López, Salvador Távora y Lilyane Drillon, ayer, en la presentación del ciclo. / álex gallegos

Las artes escénicas andaluzas mostrarán en el Teatro Góngora el buen momento que viven a través de un ciclo que incluirá las obras Marat-Sade, a cargo de Atalaya; Ahora todo es noche, de La Zaranda; y Quejío, de La Cuadra. La primera de ellas se representará mañana (a las 20:30) y se basa en uno de los textos más emblemáticos del siglo XX. Atalaya hace su propia revisión de la obra que narra la persecución y asesinato de Jean-Paul Marat representada por el grupo teatral de la casa de salud mental de Charenton bajo la dirección del Marqués de Sade.

Este montaje -que popularizó la compañía de Adolfo Marsillach estableciendo un nuevo paradigma en el teatro español- se define como una fiesta para los sentidos, con canciones interpretadas por los nueve actores, una gran intensidad creada por el juego de imágenes en el escenario y el contacto directo con el público. La dirección corre a cargo de Ricardo Iniesta y el reparto está formado por Jerónimo Arenal (Marat), Manuel Asensio (Sade), Silvia Garzón (Carlota Corday), Carmen Gallardo (presentador), Raúl Vera, María Sanz, Lidia Mauduit, Raúl Sirio y Joaquín Galán (cómicos y otros personajes).

El viernes 27 La Zaranda pondrá en escena Ahora todo es noche, una obra en la que Eusebio Calonge reúne todo el universo creado por la compañía a lo largo de sus 40 años. Enraizados en los clásicos y en continuo crecimiento hacia nuevas formas de hablarle al alma, tradicionales a la par que rupturistas y siempre a contracorriente, exponen en este montaje la pasión de cuatro décadas por los escenarios del mundo. En Ahora todo es noche los mendigos, quienes menos necesitan, quienes menos consumen compulsivamente y más disfrutan con lo esencial, se convierten en reyes e la mano de tres intérpretes; Gaspar Campuzano, Enrique Bustos y Francisco Sánchez.

Por último, el sábado 28 el Teatro Góngora acogerá la representación de Quejío, la obra con la que el director sevillano Salvador Távora se presentó al mundo del teatro en 1972. La Cuadra recupera ahora ese grito dolido, jondo y agresivo sobre un taconeo flamenco con el que reivindicaba la identidad andaluza. Una idiosincrasia que no se conocía en los festivales flamencos de la dictadura, que sólo mostraban la parte alegre un paraíso llamado Andalucía y que escondía el sufrir de todo un pueblo.

Tal y como el dramaturgo lo describe, el montaje refleja "la lucha campesina de la que hablaba Blas Infante, el silencio dramático de la emigración, las cicatrices que causan en el alma el miedo, las bocas cerradas del medio popular y la Andalucía aplastada por la imagen panderetera que tapaba, con un manto negro bordado en oro, el hambre, el analfabetismo y el chiste fácil de su cruda realidad".

Salvador Távora, que acudió ayer a la presentación del ciclo, señaló que el teatro "es más que un arte, tiene que ser un compromiso, y el nuestro es con Andalucía, con nuestra gente y nuestra cultura". Por eso sus montajes siempre han estado llenos "de nuestra cultura en todos los sentidos, de todo lo que nos hacía vibrar".

"Que después de 45 años un espectáculo como Quejío resulte ser actual como en 1972 me parece que es significativo", manifestó, y reponer la obra se debe a que "hemos vuelto a la confusión política, cultural y social". Távora aseveró que "con Quejío vamos a volver a suspirar, volver a entender lo que es la cultura; no queremos que ocurra de ninguna manera un tipo de confusionismo como el que ocurre ahora mismo en Barcelona". Por el contrario, "queremos una Andalucía clara, limpia, unida, porque la unidad es lo más importante que tienen los pueblos para dar pasos adelante".

Desde el estreno de Quejío en 1972, la obra de Salvador Távora ha recibido más de una treintena de premios. El último de ellos el Max 2017 en reconocimiento a su trayectoria, en la que ha estrenado obras tan célebres como Andalucía amarga, Nanas de espina, Piel de toro, Alhucema, Crónica de una muerte anunciada o Carmen.

Por su parte, el teniente de alcalde de Cultura del Ayuntamiento de Córdoba, David Luque, explicó que este ciclo de teatro andaluz "llega para quedarse con este formato" porque es "una obligación de las instituciones públicas fomentar a sus artistas, productores y todas las personas que trabajan en las artes escénicas". En ese sentido, destacó que es necesario transmitir que "desde Andalucía se hace un producto de mucha calidad, con mucha personalidad y que tiene su reflejo en premios, festivales y presencia en el panorama nacional". Además, recordó que hay un bono para las tres funciones por un coste de 30 euros.

Por su parte, el gerente del Instituto Municipal de Artes Escénicas (IMAE), Ramón López, manifestó su "alegría por tener en Córdoba a tres compañías con una trayectoria inmejorable" que "han trabajado siempre en medio mundo".

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