Cultura

La primera versión escénica de 'Madame Bovary' llega hoy hasta el Gran Teatro

  • Ana Torrent protagoniza esta obra realizada por Emilio Hernández y dirigida por Magüi Mira

"Cuando un deseo nace en una mujer, ya existe una regla para reprimirlo", dice Emma Bovary, la protagonista de la obra maestra de Gustave Flaubert que, en su primera versión escénica, realizada por Emilio Hernández, llega hoy y mañana al Gran Teatro (20:30). Bajo la dirección de Magüi Mira, la actriz Ana Torrent interpreta a la transgresora madame Bovary encabezando un reparto que completan Juan Fernández en el papel de Carlos Bovary, su marido; Armando del Río como Rodolfo, su amante apasionado, y Fernando Ramallo, que da vida al personaje de León, el joven enamorado.

Emma Bovary es la encarnación de una mujer inteligente pero que vive inmersa en los duros principios morales y sociales de 1850, rígidas normas que obligan a la mujer a vivir sumisa. Ella intenta escapar de ese paisaje que la ahoga, de la mediocridad del pueblo en el que vive: sueña, desea, se complace con fiestas y compras excesivas, pelea por lo que ella entiende que es una vida libre, acepta y disfruta la relación con Rodolfo, su primer amante, y con León, un joven estudiante al que también ama.

Sin embargo, acabará perdiéndose en esta búsqueda de la felicidad y la libertad, equivoca la salida que elige, sin que el amor incondicional de su marido pueda hacer nada por ella. Cada vez más sola, Emma se hunde impotente y entra en el camino de la destrucción.

Según la directora de escena, Madame Bovary es la "novela madre" de todas las que se han escrito en el siglo XX. Magüi Mira destaca la contemporaneidad de la historia, que sigue emocionando hoy igual que lo hacía cuando Flaubert la publicó por entregas, en 1856, con gran éxito entre el público femenino.

La novela causó también un gran escándalo por mostrar la sensualidad y la pasión sexual, una conmoción social que acabó llevando a juicio a su autor, obligado a defender desde el banquillo y frente al puritanismo hipócrita de su época el comportamiento de su criatura, Emma Bovary. Flaubert, a quien Mario Vargas Llosa define como "un maestro del erotismo", consiguió salir absuelto del proceso, pero éste empañó el éxito de su obra.

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