Compartida entre dos barrios, la calle Alfonso XII mantiene aún, gracias a la densidad del tráfico rodado, el caracter principal que le caracterizó durante siglos. Históricamente fue una de las entradas principales a la ciudad por su lado Este. Arranca en la plaza de San Pedro, junto al ábside de la parroquia, y termina en Puerta Nueva, anteriormente denominada Puerta de Alcolea.

Durante tres siglo fue llamada calle de Alcolea, hasta que la ciudad fue visitada por Alfonso XII, razón por la que fue rebautizada para conmemorar esta efemérides.

Esta arteria está compartida por los barrios de la Magdalena y San Pedro, con la plaza de San Bartolomé como límite de ambos. En esta plaza, que ha recuperado su ambiente tradicional con la recuperación del jardín y la colocación en su centro de una farola que recuerda a la que primitivamente tuvo, fue testigo del trasiego industrial de una de las más potentes industrias de Córdoba, Carbonell, que tenía parte de sus dependencias en Conde de Gavia.

Otra de las características de Alfonso XII es la proliferación de casas solariegas que hubo, de las que se conserva una buena muestra. La más destacada es, quizás, la de los vizcondes de Miranda, en la plaza del mismo nombre y de que se conserva la fachada bajo un equívoco criterio de conservación del patrimonio. Frente a esta plaza hay un solar que fue propiedad de una fundación eclesiástica y sobre el que estuvo la ermita de San Andrés y un hospital. Más tarde fue el cine Andalucía y ahora tiene el Ayuntamiento varios proyectos para realizar ahí.

En su trazado, irregular y de diferentes anchuras, se pueden ver muestras de la arquitectura popular cordobesa de los últimos siglos. Algunas de estas viviendas han sido recientemente restauradas, como la casa donde vivió a principios del siglo XIX Pedro Moreno, aquel cordobés que disparó a las tropas francesas cuando entraban en la ciudad y provocó uno de los mayores saqueos de la historia.