Cultura

Tote lo pone difícil

  • Tercer disparo, tercera diana. 'T.O.T.E.', por si hacía falta, confirma al MC sevillano como evidente punto y aparte

Si en su anterior y celebrada entrega, Un tipo cualquiera (2006), ToteKing optó por trabajar con un solo productor, Big Hozone, en su nuevo y tercer álbum, como ya anunció en su día desde estas mismas páginas, vuelve a la táctica de desplegar un amplio catálogo de bien escogidas colaboraciones tanto de dentro como, atención, fuera del país (en ocasiones, como él mismo comentó, rastreadas a través de MySpace).

La escucha de T.O.T.E. confirma que la intuición no le ha fallado: rodeado por un imponente equipo de productores, el MC sevillano sale disparado como un cohete en cada uno de los 17 cortes de un álbum que -vaya, otra vez- se sitúa a años luz del común de la producción de rap nacional.

Si en los discos previos esa cualidad de adelantado correspondía en buena medida a la capacidad textual de Manuel González y a la naturalidad de su flow, en ésta, además, son esas producciones las que cobran un protagonismo evidente poniendo distancia entre Tote y el resto. Por decirlo pronto y rápido: nunca antes se había hecho en España un disco de rap así.

Pruebas de ello hay varias en T.O.T.E., aunque la primera quizás sea Todo lo que quiero, corte construido sobre una esplendorosa base de Cookin Soul en la que espirales sonoras de ascendentes arábigos y ráfagas y beats con ADN electro se convierten en el contenedor sobre el que el MC vierte su torrencial speech (el mismo tándem repite, con la aparición de Lírico, en la exuberante No sonrío pero todo está bien).

Igualmente imaginativas resultan Rebelde por defecto, con Juaninacka (uno de los varios cortes producidos por el australiano M-Phazes); la sorprendente El tendedero, con el ex Mártires del Compás Chico Ocaña, el más feliz encuentro entre flamenco y rap desde el Retorno al principio de Sólo Los Solo (producido por Oh No); Demasiado pesado, contundente declaración de principios con sample de Hendrix incluido (producido por Método Shintaro); la divertida Ven, con su hermano Shotta y un cierto aire Gnarls Barkley (otra vez con Cookin Soul a los mandos); y el sencillo Ahora vivo de esto (producido por Dametaylor).

Son todos ellos, y se podría decir del disco entero, cortes que esquivan la previsión proponiendo una escucha de largo recorrido y que constatan -al igual que sus experimentos con banda real o esa anunciada reunión de La Alta Escuela- que la bien amueblada cabeza de Tote sigue en plena ebullición. Difícil se lo pone a los demás.

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