Miran a la cámara después del duelo o la fiesta, antes del viaje o de la muerte, mientras emigran o rezan o combaten, enfermos, fugitivos, austeros, extraños de sí mismos, secretamente eternos. Fotografías como latidos, como lágrimas de sol, como música ambigua y cromática. Escenas insólitas o cotidianas de un continente desangrado, misterioso, oscuro, lírico, orgulloso y salvaje. África.

Nacieron en Angola, Sudán, Chad, Mozambique, Etiopía o Nigeria, países que Sebastião Salgado ha recorrido con su cámara Leica y su espíritu intacto de fotodocumentalista o fototoperiodista, cultivado durante décadas de viajes y fotografías. Salgado y África son los protagonistas de la nueva propuesta expositiva de la sala de arte principal de CajaSur, que, inaugurada ayer, podrá ser visitada hasta el 13 de enero.

Son fotografías de gran formato y en blanco y negro en las que el brasileño, premio Príncipe de Asturias de las Artes, indaga en las esencias y la dolorosa realidad de un continente complejo, hermético y palpitante. La directora general de la Fundación Cajasur, Aurora Atoche, destacó en el acto inaugural la singular perspectiva desde la que Salgado ofrece sus visiones sobre el continente y la manera en que con su cámara penetra en las trágicas vidas de los seres sufrientes que lo habitan. "Se produce un contraste muy grande entre el sufrimiento y la desesperación de esta gente y los valores consumistas que priman en esta época del año", indicó Atoche, que espera que esta exposición agite la conciencia de todo el que la contemple y lo induzca a la solidaridad.

África fue una de las exposiciones que formaron parte de la última edición de PHotoEspaña, donde resultó galardonada con el premio del público. Las fotografías pertenecen a distintos periodos. Las más recientes corresponden a 2006, año en que el brasileño volvió al continente para retratar nuevos parajes.