Después de cinco años de trabajos no exentos de escollos, los Reyes inauguraron ayer el Centro Botín, "el nuevo icono cultural" de Santander, que, según Felipe VI, se va a convertir en un "foco de desarrollo para Cantabria y toda España" por su anhelo de ser un espacio de referencia internacional. Con el estreno del centro, don Felipe y doña Letizia coronaron el camino que la Fundación Botín, de la mano del gran mecenas y presidente del Banco Santander, Emilio Botín, fallecido en septiembre de 2014, impulsó para transformarse en el nuevo símbolo arquitectónico y cultural de la capital cántabra.

La obra del nobel de arquitectura Renzo Piano, que ha costado más de 80 millones de euros, es "un proyecto innovador con una apuesta a largo plazo que se caracteriza por una visión de excelencia", como subrayó Felipe VI ante la espectacular cristalera del auditorio que da a la bahía de Santander.

El acto inaugural contó con la presencia de la máxima responsable del Banco Santander, Ana Patricia Botín, heredera del proyecto artístico, así como del presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, y del ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, quien respaldó el centro cuando era alcalde de Santander.

Don Felipe dio "gracias inmensas" a la Fundación Botín por apadrinar el proyecto, pero también a las instituciones públicas y entidades privadas que han hecho posible su alumbramiento en el corazón de la ciudad, entre el mar y los Jardines de Pereda. "No es fácil convertir grandes ideas en realidades tangibles y lo habéis conseguido", felicitó el Rey ante la apuesta por la cultura y por explorar las nuevas formas de entender el arte que representa el centro.

El Rey subrayó que "el arte es un claro exponente de la riqueza tangible e intangible de las naciones" y que "España es buena prueba de ello" por el patrimonio artístico y cultural construido durante siglos, que "da solidez y prestigio" a la imagen del país en el exterior.

Por ello, concluyó que el Centro Botín, una suerte de Guggenheim como el de Bilbao, va a ser "un foco de desarrollo" para Cantabria y España y "una referencia insoslayable" en el ámbito internacional. "El nuevo motor e icono de la cultura y el progreso", en palabras del Rey, nace con "vocación de excelencia", en particular, por el diseño del edificio, cuyos dos módulos están suspendidos sobre pilares ante el mar revestidos por miles de piezas de cerámica para recoger la luz y el reflejo del mar.

En opinión del Rey, la obra de Piano, el autor del Pompidou de París y que también asistió al acto, pone de relieve su "compromiso con el entorno y su capacidad para generar espacios de encuentro que mejoren las ciudades". Ante buena parte de la saga Botín, Felipe VI ha querido tener un especial reconocimiento y gratitud" a la figura de Emilio Botín, a quien todos los intervinientes se han unido en alabanzas.