Flamenco

El Quinteto en directo

  • Cinco excepcionales virtuosos se unen para formar un grupo de flamenco instrumental, UHF, que edita su primer disco

Primero fueron El Quinteto, un nombre de amplias resonancias en el mundo del jazz de los años 50 (en el 53, Parker y Gillespie, entre otros, firmaron un disco con este nombre: no podía figurar el propio por razones contractuales), hasta que, tras un año de trabajo, se les ocurrió rendirle este homenaje a la segunda cadena. Este quinteto es un proyecto de libertad flamenca. Son cinco creadores, cinco ejecutantes. Todos ellos fogueados en la más estricta tradición flamenca, que es la de la escena. Pablo Martín ha formado, durante años, parte del trío de Gerardo Núñez, con el que ha recorrido el mundo, tocando con maestros tan distintos como Perico Sambeat, Paolo Fresu o Carmen Linares. Al margen quedan sus experiencias jazzísticas, con el trío en el que milita en la actualidad, como compositor de bandas sonoras, etcétera. Algo parecido podemos decir del Cepillo, que actualmente compatibiliza su militancia en UHF con el grupo de Núñez. La base rítmica la completa otro percusionista de Sanlúcar, Paquito González. La indispensable guitarra es la del jerezano José Quevedo, habitual escudero de Marina Heredia y Argentina. Y la fantasía instrumental la pone el violín de Alexis Lefèvre. Este último, Martín y Quevedo, firman la práctica totalidad de las composiciones de este disco de debut, todas ellas originales. Digo debut porque, aunque todos ellos han participado en grabaciones de otros compañeros, ésta es la primera vez que firman un disco con su propia música: con la excepción de Martín, que presentó Doméstica hace tres años. De hecho, ésta es la tercera entrega flamenca, séptima en total, del sello Bost, creado por el propio Martín.

El espacio de libertad que crea UHF se abre con una premisa fundamental: se trata de flamenco instrumental. En este sentido, ha sido todo un acierto prescindir del cante. La experiencia ha matizado el violín de Lefèvre, haciéndolo más austero, menos barroco. De manera que el sonido, empastado y febril, surge con toda la naturalidad de un discurso vivo. Es la presente una obra suave, cocida a fuego lento en el directo, y limada hasta la esencia. Bulerías, tangos, tanguillos. Quevedo da cuenta de su condición de virtuoso íntimo, mientras que Martín engarza sus melodías con otros universos sonoros. Las melodías de Quevedo suelen ser más cantables, tanto en los temas como en las variaciones, mientras que Martín, como compositor, se escora hacia lo visual, lo plástico, hacia los acordes abiertos. En este sentido, el tema por tangos Alter-ego, no se sitúa en el centro físico de este primer disco de UHF por un azar.

Lógicamente, como casi siempre, UHF da su verdadera medida en el directo. La complicidad y el virtuosismo de sus intérpretes hace que cada una de sus interpretaciones se convierta en una verdadera nueva creación. No obstante, este disco es un buen ejemplo de esa fuerza del directo, y en directo está grabado. Además, la edición incluye una pista de vídeo con la interpretación de Carretera del soniquete en el Festival Encuentros de Cuenca.

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