Cultura

Pureza y estética de Conchi Ríos en Montilla

GANADERÍA: Seis novillos-toros de Hermanos Sampedro, correctamente presentados y de juego desigual. Destacaron los jugados en 5º y 6º lugar. Los demás, excesivamente parados. TOREROS: Ignacio González, silencio y oreja que no paseó. Pablo Belando, oreja y silencio. Conchi Ríos, ovación y dos orejas. Incidencias: Plaza de toros de Montilla. Domingo 12 de julio. Más de un cuarto de entrada en tarde calurosa. Conchi Ríos salió de la plaza a hombros.

Terminó la feria de Montilla de nuevo con una puerta grande. Sin lugar a dudas, con mucho más peso que la del día anterior, pues Conchi Ríos mostró argumentos tan consistentes como para declararla triunfadora de la edición de este año. La novillera murciana se mostró toda la tarde con muchas ganas de ser torero. Cierto es verdad que aún la queda mucho oficio por aprender, pero su concepto del toreo es pura, no estando tampoco exento de buen gusto. Manejó el capote con soltura en sus dos enemigos, pero fue en el sexto cuando desplegó su aún incipiente tauromaquia. Ríos cuajo un trasteo muy interesante. Trata siempre de adelantar los engaños para enganchar la embestida de su oponente muy adelante, para luego correr la mano con temple, siempre intentando rematar atrás. Unas veces las cosas le salen mejor que otras, pero con esos cimientos no es de extrañar que, cuando adquiera más oficio, sea un valor a seguir.

Ignacio González llegaba a Montilla precedido de sus triunfos en Córdoba y Sevilla. Ayer no tuvo suerte con ninguno de sus dos oponentes. Novillos demasiado parados. González sólo pudo poner en liza sus ganas de ser torero, y destacó con el capote en sus dos toros. Tuvo mérito su faena a su segundo. Ante un animal desclasado y parado, Ignacio González se inventó una faena que incluso contó con pasajes interesantes. Lástima el mal uso de los aceros.

Una oreja cortó también Pablo Belando. El novillero murciano reapareció en la tarde de ayer tras la grave cornada que recibiera hace un mes de un novillo de Prieto de la Cal en Zaragoza. Belando tiene también un buen corte de torero, pero igualmente se le ve débil de moral. No obstante, destacó su toreo al natural.

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