OBITUARIO

Pepe Duarte, un activista del arte

Pepe Duarte, un activista del arte

Pepe Duarte, un activista del arte / barrionuevo

El mismo día en que cumplía 89 años ha fallecido Pepe Duarte. Con él se nos va un testigo y un activista de la modernización del arte en España tras la Guerra Civil.

Duarte nace en Córdoba en 1928 y en 1944 ingresa en la Escuela Superior de Bellas Artes de Sevilla, inaugurada cuatro años antes. Dicen sus biógrafos que en 1948 expuso en la Facultad de Veterinaria, en Córdoba. En esa facultad debía de estar entonces estudiando Juan Serrano, al que le unía una antigua amistad y la afición por el arte. Al acabar ambos sus estudios -Duarte es ya profesor de la Escuela de Arte y Oficios de Córdoba- crean un grupo de trabajo que hace proyectos de interiorismo. El arquitecto Rafael de La-Hoz conoce sus propuestas y los invita a trabajar con él en una obra de alcance, la Cámara de Comercio de Córdoba. Allí conocen a Jorge Oteiza. Charlas y discusiones en Córdoba y en Santander, en el Congreso Internacional de Arte Abstracto, al que también acude Oteiza, los convencen de la necesidad de salir de España. En 1956 viajan a París.

Los dos jóvenes consiguen hablar con Picasso y cruzar unas frases donde brilla la sorna del malagueño (al tímido "somos pintores españoles", Picasso, rápido, les contesta "igual que yo"), pero la realidad era que había que ganarse la vida y para eso hay que trabajar de pintor… de brocha gorda. Pronto, con Agustín Ibarrola y Ángel Duarte, que llevan tiempo en París, comienzan a hacer, en las horas libres, cuadros donde ya están las ideas básicas del espacio del que sería poco después Equipo 57. Esto ocurrirá en Madrid y antes, en París, exponen en el café Le Rond Point. A la vista de esos trabajos, Denise René, la galerista que apostaba por el arte formal en un París lleno de informalismos, les propone una exposición. La tarjeta de invitación la diseñó Vasarely.

De vuelta a Madrid trabajan ya como equipo y Juan Huarte los invita a exponer en la Sala Negra. En las hojas de sala explican sus propuestas sobre el espacio interactivo y lo muestran intuitivamente con una suerte de animación: las piezas que habían hecho al gouache filmadas dan cuenta de cómo el espacio se transforma sin cesar.

Esa idea del espacio la trasladan a la escultura, pero también al diseño de muebles, con la idea de hacer piezas tan humanas como funcionales que pudieran acomodarse en viviendas populares. Paralelamente plantean la creación de una escuela que más que dar títulos buscaba impartir una educación artística. En aquellos tiempos, la escuela sencillamente no la permitieron. La prohibición estaba servida de antemano. En cuanto a los muebles, el mercado no se sintió especialmente conmovido ante piezas baratas y útiles.

A la vez que tenía claro su compromiso con el Equipo 57, Duarte también se incorporó a Estampa Popular y trabajaba asiduamente con los componentes del grupo en Andalucía, Paco Cortijo, Eugenio Chicano, Paco Cuadrado, Cristóbal Aguilar. Ambas líneas de trabajo se interrumpen cuando, debido a sus ideas de izquierdas, lo condenan a prisión. Allí sigue trabajando y se conserva un prototipo de escultura hecho con miga de pan.

Más tarde, Duarte explorará nuevos caminos. Explora un personalísimo pop: zapatos, y otros objetos de diseño, con colores muy vivos pudieron verse hacia el año 2000 en Jerez de la Frontera, en la Galería Carmen de la Calle. Son obras llenas de frescura y sensualidad, porque al fin y a la postre, Duarte tenía ese apasionamiento por el arte capaz de ver qué hay más allá de lo cotidiano: sea en la indagación sobre generación de espacios o en un objeto vulgar para sacarlo de su trivialidad.

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