Cultura

El Festival de Málaga abraza el cine latinoamericano en su vigésima edición

La entrada del cine latinoamericano en la competición oficial es la gran novedad de la 20ª edición del Festival de Cine de Málaga, que arranca hoy con la proyección fuera de concurso de El bar, de Álex de la Iglesia, y que rendirá homenaje a Leonardo Sbaraglia y a Antonio Banderas. Nueve películas españolas y ocho latinoamericanas competirán por la Biznaga de Oro hasta el 26 de marzo en una edición que marcará un punto de inflexión en la historia del certamen al dar el mismo protagonismo al cine "en español" de ambos lados del océano.

Juan Antonio Vigar, director del festival, asegura que se trata de seguir avanzando en "coherencia" y en "riqueza". "Nacimos hace diecinueve años para ser útiles a la promoción y difusión del cine español, pero pasado este tiempo el sentido de lo español ha cambiado y, en lo audiovisual, es un espacio de confluencia cultural", señaló.

Como es habitual, Málaga combina óperas primas con trabajos de directores más consagrados. Entre las primeras, dos llegan con el aval de haber competido en la pasada Berlinale: Verano 1993, de Carla Simón, que aborda la infancia con familia adoptiva; y Pieles, de Eduardo Casanova, una invitación a aceptar lo diferente. De la mano de Atresmedia Cine llegará Plan de fuga, un filme de atracadores de Iñaki Dorronsoro que cuenta en su reparto con Luis Tosar, Javier Gutiérrez y Alain Hernández; y La niebla y la doncella, adaptación de la novela policíaca de Lorenzo Silva, con Quim Gutiérrez, Verónica Echegui y Aura Garrido.

La radiografía de cine español se completa con Amar, primer largometraje de Esteban Crespo; Brava de Roser Aguilar, un drama sobre una mujer aparentemente feliz; y El jugador de ajedrez, una historia de amor y supervivencia durante la II Guerra Mundial.

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